Rusia terminará de llamar a los reservistas en dos semanas, afirmó ayer el presidente Vladímir Putin, que prometió el fin de una movilización que ha visto a cientos de miles de hombres convocados para luchar en Ucrania y a un gran número huir del país.
Putin también dijo que Rusia no tenía planes “por ahora” de realizar más ataques aéreos masivos como los que llevó a cabo esta semana, en los que disparó más de 100 misiles de largo alcance en toda Ucrania.
Putin ordenó la movilización hace tres semanas, tras las continuas derrotas rusas en el campo de batalla. Además, proclamó la anexión de cuatro provincias ucranianas y ha amenazado con usar armas nucleares.
La movilización ha provocado en algunas partes de Rusia las primeras críticas públicas desde que comenzó la invasión el 24 de febrero pasado.
Putin sostuvo que ya se habían movilizado 222 mil de los 300 mil reservistas previstos. “Este trabajo está llegando a su fin”, dijo. “Creo que en unas dos semanas habrán terminado todas las actividades de movilización”.
Desde que se dio la orden de movilización, los soldados rusos han seguido perdiendo terreno en el este de Ucrania y también una zona importante en el sur.
El mandatario ruso afirmó también desde Astaná, capital de Kazajistán donde se realiza una cumbre de ex repúblicas soviéticas aliadas a Moscú, que no considera necesarios más ataques masivos contra la infraestructura ucraniana, después de haber destruido un tercio de la red eléctrica del país.
Además, advirtió de una “catástrofe global” en caso de un “enfrentamiento directo” entre Rusia y la OTAN.
En respuesta al posible despliegue de tropas aliadas en Ucrania, expresó su confianza en que impere “el sentido común” entre los que abogan por esa opción.