El Quinazo, así fue el operativo militar para detener al líder petrolero

El mensaje. Tras un discurso emitido por Joaquín Hernández Galicia el 8 de enero de 1989, dirigido a Carlos Salinas de Gortari, fue como inició todo

Joaquín Hernández Galicia "La Quina".
José Hernández Palma
Tampico /

El domingo 8 de enero de 1989, Joaquín Hernández Galicia, líder del sindicato petrolero, emitió un discurso a la asamblea convocada en el entonces llamado Centro de Convenciones de Ciudad Madero, el mensaje fue claro y dirigido al presidente Carlos Salinas de Gortari

“no permitiría que un solo milímetro de la industria petrolera se entregara a los particulares, iremos a la huelga si se intenta entregar a la iniciativa privada nacional o extranjera los recursos de la nación”

probablemente estas palabras significaron el principio del fin.

Para el lunes 9 de enero de ese mismo año, relata la cronista vitalicia de Ciudad Madero, Carolina Infante, no existía ni la remota idea de lo que se planeaba desde las más altas cúpulas políticas del país, jamás estuvo en el imaginario, siempre se creyó que el hombre que por cinco sexenios y 31 años al frente del sindicato de trabajadores petroleros, terminaría su liderazgo el último día de su vida.

Operativo militar

La versión corta cuenta que desde las 7:00 de la mañana un agrupamiento de militares procedentes de la Ciudad de México, llegaron al aeropuerto de Tampico para después movilizarse a la Calle San Luis de la colonia Unidad Nacional en Madero, realizando un “bazucazo”, para después detener y llevarse a Don Joaquín, junto a un grupo de colaboradores.

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De la situación, Joaquín Hernández Correa, hijo del ex líder petrolero es enterado por unos de sus amigos quien textualmente le indica, “hay un chingo de soldados en casa de tu papá, está toda la casa rodeada”, por lo que se moviliza hacia la casa de su padre a la que llega casi una hora después, topándose con gente golpeada y amarradas con cuerdas de cuero, quienes le informan que se habían llevado a su papá y que su madre había salido en uno de los coches del ex presidente municipal de Tampico, Gustavo González García.

Pero hay muchos otros detalles, de acuerdo con Joaquín, fueron más de 4 batallones los que arribaron a la casa de su padre, confirma que sí dan el “bazucazo”, que en realidad fue una granada de demolición, la cual detonan, pero equivocadamente, ya que lo hacen en la casa de su hermana Carmen, ubicada en la calle San Luis 104, cuando Don Joaquín ya vivía junto con Doña Carmelita en el 106, hechos que señala ocurren entre las 8 y 8:15 del martes 10 de enero de 1989.

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Al entrar a la oficina de su papá el escritorio se encontraba desordenado, las sillas volteadas, estaban las famosas cajas de cartón (armas); en la casa de su hermana Carmen se topa con los vidrios de los carros rotos, las chapas de las puertas igual y el portón deshecho tras recibir el impacto de la granada. Por fortuna no se encontraba nadie en el domicilio.

Fue hasta que por medio de una televisora local que pudo conocer más de lo ocurrido, pues anunciaban la detención de don Joaquín Hernández Galicia “La Quina” por los delitos de homicidio culposo, contrabando de armas y resistencia de particulares.

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