Para quienes viven en Playa del Carmen, el peligro no reside en las calles a determinada hora, sino que se enfrentan a él “si tú te niegas a pagar; vivir con miedo es lo más grave”, dice un empresario que pide ayuda al gobierno federal para combatir la extorsión que afecta a cualquier tipo de negocio establecido en esta ciudad turística de Quintana Roo.
“Hay tarifas desde los 5 mil pesos, 10 mil pesos, si eres un negocio pequeño, una taquería, una lonchería, que para muchos es impagable. Llegan hasta los 50 o 60 mil pesos los más grandes”, describe, para dimensionar el tamaño del problema que enfrentan.
Empresarios que aceptaron hablar con MILENIO bajo la condición del anonimato, consideraron que la situación de violencia que hoy viven Playa del Carmen es resultado de que durante la administración municipal pasada, entre 2018 y 2021, se dejó crecer la presencia de grupos criminales en la ciudad.
“En ese tiempo empezaron, como en Acapulco, a aparecer puestos ambulantes, donde se vendían todo tipo de cosas, eran más de 500 en toda la zona turística y tomaron el control de las playas, de los wave runners, de los camastros, de las sombrillas y nadie hacía nada.
“Reportábamos que asaltaban a los turistas y no sabíamos qué hacer, a todos nos cobraban derecho de piso, nos amenazaban, muchos de nosotros cerramos, muchos se fueron y a otros, no nos quedó de otra más que pagar”, comentó uno de los locatarios.
Controlar las playas significa dominar la venta de alcohol y de drogas, la renta de camastros, de sombrillas y de todas las actividades de playa.
“Era increíble ver que enfrente de clubes de playa establecidos o restaurantes, o gente que tenía concesiones, se pusieran estas personas delante de ellos con todos sus camastros e impunemente vendían alcohol sin permiso, vendían comida, droga y cobraban todos estos servicios”, reprochó.
Pero, según comentan los empresarios, los criminales no se conformaron con extorsionar a quienes viven de la actividad turística, sino que fueron por más.
“Esto empezó en la zona turística y ahorita ya están en otras zonas de la ciudad, la zona del ejido, los fraccionamientos. Estos grupos fueron ampliando sus giros, sus actividades delincuenciales, y también ya empezaron a irse a las refaccionarias, a las ferreterías, a las pollerías, a las taquerías, a cualquier tipo de negocio que abriera, talleres mecánicos”, añadió otro de los empresarios denunció la situación.
De acuerdo con el locatario, los criminales les dejaban una nota advirtiendo que tenían 24 horas para comunicarse con ellos, “dejaban una bala o diferentes mensajes y empezaban a cobrar y, en algunos casos, cuando no se comunicaban los comerciantes o las personas, les baleaban su casa o los negocio”, lamentó.
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Luego del cambio de gobierno municipal en octubre de 2021, se hizo una “limpia” de los puestos ambulantes en la zona turística, en los que se vendía todo tipo de droga, la extorsión a negocios establecidos se incrementó.
“Lo que estamos viviendo hoy es la repercusión de que les estás quitando un negocio millonario a un crimen organizado y los que estamos pagando los platos rotos de esta apatía y esta situación somos los comerciantes, los ciudadanos y los empresarios”, reclamó.
En Cancún, la situación no es diferente. Un comerciante de un negocio de comida en el centro de Cancún relató que “la primera llamada sí fue difícil porque colgamos, insistieron y volvieron a llamar; estaban pidiendo 50 mil pesos mensuales, de una forma muy grosera y con insultos, amenazas de muerte, que iban a matar a mi familia si no accedíamos a este tipo de tratos”.
Pero ya no sólo es dinero en muchos casos, sino la anuencia para que los narcomenudistas operen abiertamente dentro de los negocios, según explicaron.
“Ya no te están pidiendo dinero, lo que te piden es, dependiendo el flujo de gente y la zona turística donde estés, te piden que se vaya a quedar una persona en el baño, ya sea afuera, ya sea en la esquina, para ver qué vende y que nada más los dejes comer o desayunar o cenar, pero sobre todo lo dejes vender”, explica.
Por eso, uno de los empresarios de Playa del Carmen apuntó que el asesinato del gerente del Mamita’s Beach Club, Federico Mazzoni, el pasado 25 de enero, es un mensaje con dedicatoria específica.
“Es un hecho lamentable que duele mucho a todo Playa del Carmen, que nuevamente nos pone en el mapa del mundo pero porque él era un extranjero que amaba este lugar, pero también hay muchas muertes de ciudadanos mexicanos que no salen a la luz pública, pero también es claro que es el mensaje que están mandando los delincuentes a los comerciantes y a los empresarios que ahí están.
“Por más que los hayan movido, obviamente, estos operativos que hacen, nos dejan a merced porque alguien tiene que pagar ese dinero que dejaron de ganar y entonces creemos que es importante que haya un trabajo de inteligencia”, agregó.
El comerciante hizo un llamado claro al gobierno federal: “estamos pidiendo auxilio, estamos pidiendo que nos ayuden y que las autoridades verdaderamente hagan su trabajo, que haya justicia, que haya procuración, que haya investigación, que haya inteligencia”.
“¿Cómo las personas con armas de fuego pueden más que toda la infraestructura de un estado, donde hemos gastado miles y miles de millones en construir un C5 y en comprar patrullas y sigue todo igual?”, reprochó.
LP