En una oficina del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, ya se encuentra trabajando un equipo especializado en la ‘muerte’ de partidos, para rastrear en todo el país, los bienes y deudas perredistas para el proceso de liquidación, y en su caso, una vez que concluya el proceso para extinguirlo, entregar lo que “sobre” al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado.
Aunque el PRD espera un milagro del Tribunal Electoral, su velorio sigue en trámite. Desde esta semana, el interventor Ricardo Badín Sucar rastrea desde las entrañas del llamado ‘sol azteca’, oficinas, vehículos, bienes muebles e inmuebles o cualquier adquisición del PRD en tres décadas de existencia, así como las cuentas bancarias del partido, contratos vigentes, deudas a proveedores, personal contratado y hasta los juicios laborales o civiles que vienen arrastrando incluso desde hace 20 años, para finalmente, poder extinguirlo.
“Es decir, actualmente la situación del PRD es que ya es un partido que ya perdió su registro y está en liquidación, más allá de que esté pendiente una confirmación por parte del Tribunal, recordemos que en materia electoral los procesos no se suspenden”, explicó Luis Eduardo Sosa Gómez, coordinador de intervenciones de la Unidad Técnica de Fiscalización del INE y encargado de la extinción de los partidos políticos que pierden el registro.
A un paso de su extinción por no haber alcanzado la votación mínima del tres por ciento el 2 de junio, de entrada, el partido tiene un valor de 200 millones de pesos sólo en inmuebles propios que deberá usar para pagar todo lo que debe y liquidar a quienes le sirvieron en 35 años.
La Plataforma Nacional de Transparencia exhibe que la propiedad más cara es la sede nacional ubicada en la colonia Escandón adquirida en 2020 y valuada con 160 millones de pesos; la segunda de mayor valor, es la sede histórica del PRD, adquirida en donación desde tiempos de Andrés Manuel López Obrador en 1998, actualmente valuada en 25.5 millones de pesos. Además de cuatro propiedades de menor valor, una en la colonia Copilco Universidad por 5.2 millones de pesos; dos en la colonia Roma, una en calle Durango valuada en 5.1 millones de pesos y otra en Bajío por 1.2 millones de pesos. Y una más en el estado de Chiapas estimada en 4.5 millones de pesos. Y a esto se le sumará lo que el interventor encuentre en el resto del país.
“Se tiene identificado todo en la contabilidad y el interventor como parte de su actividad les va a requerir que le proporcionen una relación de activos y pasivos, una relación de todo porque a su vez, él va a tener que proporcionarle al Instituto ese inventario que va a venir de toda esa información.
“En general estamos en la etapa del inventario, que es lo primero que tiene que hacer el interventor que es identificar todos los bienes que hay, es una labor que va a llevar tiempo y va a ser muy complicado porque es en todo el país”.
Las cuentas del PRD también pasaron a estar bajo la supervisión del interventor que deberá autorizar cada gasto y garantizar que durante el proceso de extinción mantengan servicios básicos, sin que puedan invertir en ninguna actividad política.
El coordinador de intervenciones de la Unidad Técnica de Fiscalización del INE detalló que en la primera impresión, el PRD cuenta con finanzas sanas y una contabilidad en orden, por lo que se prevé que no haya mayores resistencias u obstáculos para concretar su extinción.
“Debemos reconocer que lo que hemos analizado hasta ahorita en el Sistema Integral de Fiscalización nos deja ver que hay una contabilidad ordenada, hay una administración que no parece tener mucha problemática. Como parte de estos protocolos, nosotros llevamos a cabo en la presentación formal del especialista ante la dirigencia del partido en las instalaciones del CEN y en esa reunión, la verdad es que hubo una relación muy cordial y con muchísima colaboración de parte de los dirigentes con el interventor”.
Cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirme la extinción del PRD y se publique en el Diario Oficial de la Federación, todo el proceso de esta primera etapa pasará a la liquidación formal.
Una vez que concluyan todos los pagos pendientes, el INE deberá reintegrar los recursos que sobren a la Tesorería de la Federación si es que hubo sobrantes en las cuentas bancarias. Mientras que en caso de propiedades o bienes, al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado para que pasen a formar parte del gobierno federal y éste determine si entran a alguna subasta.
El tiempo que tardará el PRD en desaparecer dependerá de lo que el interventor encuentre en sus finanzas, del tiempo que le lleve la operación de liquidación, de cuántos proveedores o empleados aparezcan reclamando adeudos y del avance en los juicios laborales históricos que el partido no ha podido resolver.
LP