El Plan B de la Reforma Electoral afectará de manera directa la ciudadanización y el nivel de capacitación de quienes estarán al frente de las casillas electorales a partir de las elecciones de 2024, consideró el vocal de capacitación de la Junta Electoral número 35, con cabecera en Tenancingo, del Estado de México, Edgar Macedo Martínez.
En entrevista, el funcionario electoral con 26 años de servicio electoral, desde el extinto IFE, quien además es miembro del Servicio Civil de Carrera señaló que esta reforma es una mala decisión porque hoy las elecciones son totalmente ciudadanas y perfectamente cuidadas por las personas del mismo barrio o colonia.
Consideró que la aplicación de esta reforma sería retrógrada y echaría por tierra todo lo que se ha construido durante las últimas décadas, donde la ciudadanía toma el control de la jornada electoral, organizando, contando y asentando los votos depositados en las urnas.
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Reduce 40% los tiempos de capacitación
Tan sólo en lo que se refiere al tema de capacitación, consideró, se plantea retroceder en todo lo ganado al reducir los días de capacitación de 100 a 60 días, con lo cual simplemente no da tiempo de encontrar a las personas en su domicilio y llevar a cabo la capacitación.
Esto, tomando en cuenta lo grande que son los distritos electorales, que la gente sólo llega a dormir y a veces ni siquiera se puede localizar los fines de semana porque tiene actividades fuera, que pocos tienen tiempo o no desean participar y por eso la cantidad de personas insaculadas, para garantizar dar con el número necesario de personas.
En algunas zonas de la entidad, acotó, la gente tiene un bajo nivel de educación, lee con dificultad o algún otro problema, por lo cual es conveniente garantizar que la capacitación cumpla sus cometidos y llevar a cabo simulacros para que sepan cómo actuar en caso de alguna situación fuera de lo común.
Aunque pareciera sencillo, abundó, necesitan saber desde cómo armar las urnas, para que no se deshagan cuando se llenen de papeletas, entre otros aspectos que sólo se logran con los simulacros, donde se pueden observar fallas, carencias y otras dificultades que pueden enturbiar la jornada comicial.
La reforma plantea reducir también el número de personas insaculadas de 13 a 10%, lo cual dificulta el poder encontrar el número necesario de personas a capacitar como funcionarios de casillas, porque algunas personas están impedidas por relación de parentesco con algún participante, por trabajo e incluso por falta de credibilidad en lo relacionado con la política.
Edgar Macedo destacó que con menos gente a visitar se reducen las posibilidades, sobre todo en una entidad tan grande como el Estado de México, donde se instalan más de 20 mil casillas para recibir la votación de más de 12 millones de electores.
OMV