El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, dijo que la reforma electoral llega en un momento difícil para el país en materia de seguridad, por lo que sólo parece ser un distractor que pretende desmantelar los procesos y las instituciones para concentrar el poder en un gobierno autoritario, debilitar a la democracia, dar el paso a un Estado dictatorial, disminuir a los estados y las fuerzas políticas.
“La reforma electoral llega en un momento difícil para el país, pareciera un distractor, estamos viendo el tema de la seguridad, que es terrible lo que esta pasando en todo el territorio nacional, pero en lugares donde hace poco teníamos paz. En el caso de Colima, por ejemplo, hoy están envueltos en la violencia, la Ciudad de México se siente la tensión, las carreteras federales se empiezan a complicar”, destacó.
Al participar en el programa Foro en Línea, el también presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) señaló que la reforma del Ejecutivo federal representa una ley centralista que concentra mucho poder y destruye el federalismo, al Instituto Nacional Electoral (INE), un organismo que ha garantizado las elecciones; y disminuye la fuerza de los partidos políticos, “por eso, a mi juicio no va a pasar”.
Advirtió que la reforma no responde a una crisis de gobernabilidad o electoral, por lo que los partidos no la tienen como una prioridad.
Tras precisar que la iniciativa busca desaparecer a los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES), aseguró que la fórmula de plurianuales que se propone provocará que muchos partidos regionales empiecen a desaparecer, incluyendo al Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, porque, enfatizó, las grandes fuerzas nacionales van a empezar a concentrar los porcentajes.
En un país tan distinto como México, dijo, las minorías son importantes, y esto es lo que la iniciativa trata de destruir. Por ello, adelantó que el PRI presentará en agosto una propuesta de reforma electoral.
En el caso de la reforma eléctrica, Moreira Valdez aseveró que Morena utilizó una estrategia del todo o nada y, en ese sentido, generó una imposibilidad para el diálogo. Expuso que en la reforma hubo temas en los que se pudo transitar juntos, como en el caso de los abusos de algunas empresas o en el tema del litio.
Consideró que los integrantes de Morena querían el voto en contra de la reforma eléctrica porque no sabían cómo responder a los compromisos. Indicó que, por su parte, el PRI y la coalición Va por México se solidificaron al no ceder a las presiones y responder a los intereses de la sociedad para votar unidos en contra, donde también estuvo Movimiento Ciudadano.
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Manifestó su preocupación por la polarización y el discurso de odio que Morena alimenta después de su derrota. Recordó que a Movimiento Ciudadano lo dejaron fuera de la Comisión Permanente, junto con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), aunque a éste último el PRI le cedió un lugar.
El ex gobernador de Coahuila invitó a la ciudadanía a estar atenta de lo que va a pasar en San Lázaro, donde sentenció que no va a pasar esa reforma electoral, porque los diputados del PRI van a estar a la altura de las circunstancias con la sensibilidad, experiencia y compromiso que han mostrado por todos los mexicanos.
LP