La magistrada Evelyn Rodríguez Xinol hizo posible que las mujeres de la comunidad indígena de Ocotequila rompieran con los usos y costumbres que les prohibían votar, lo que ahora, pide que no vean como “un regalo” o incluso con gratitud, pues es parte de la obligación de hacerles justicia por tantos años sin ejercer los derechos que por ley les corresponden.
En entrevista con MILENIO, la magistrada del Tribunal Electoral de Guerrero lamentó que en muchos lugares de México, los usos y costumbres sigan relegando a las mujeres y considerando que algunos derechos son “privilegios” de los cuales sólo los hombres pueden gozar.
Destacó que al tratarse de “la primera comunidad que tiene el valor de enunciar este tipo de arbitrariedades y violaciones”, decidió ir más allá de lo que las nueve mujeres indígenas nahuas solicitaron y ordenó no sólo que pudieran votar, sino anuló la elección para que surtiera efectos de inmediato.
Foto: Ariana Pérez
Obligó que fueran incluidas en la mitad de los cargos comunitarios, que la Secretaría de la Mujer lleve pláticas a las comunidades con estos mismos regímenes tradicionales y que la Secretaría de Asuntos Indígenas traduzca la sentencia en todas las lenguas de Guerrero para que las mujeres de otras comunidades sepan que sí es posible ejercer sus derechos.
—¿Cómo decide romper con los usos y costumbres de esta comunidad?
Sobre todo el mandato constitucional de que el hombre y la mujer somos iguales ante la sociedad. Sobre todo porque son mujeres que por ser indígenas están en desventaja y desgraciadamente, es la primera comunidad que tiene el valor de denunciar este tipo de arbitrariedades y violaciones de derechos humanos y tenemos que resarcir esos derechos, tenemos que garantizarles justicia.
A ningún fin práctico nos llevaría anular una elección y ordenarle al ayuntamiento o a la autoridad responsable que reponga el proceso de elección y que les permita votar, creo que tenemos que ir más allá los órganos jurisdiccionales, tenemos que ir más allá para analizar los agravios realmente, aunque no nos los digan los podemos percibir.
Y no se trata nada más de decirles ‘tienes derecho a votar’, no, también tienes derecho a ser candidata y a integrar las labores de esa comunidad, cargos públicos, desempeñarlos porque las mujeres en estos tiempos no podemos seguir a la espera de que alguien nos reconozca un derecho porque esos derechos ya los tenemos.
Foto: Ariana Pérez
—Pasará a la historia como la magistrada que logró acabar con estas violaciones ¿Qué significa para usted y qué mensaje les da a estas mujeres?
Para mí es, en el ámbito personal y profesional, es la sentencia más relevante que he propuesto a este pleno para resarcir esos derechos que por muchos años han sido violados. Que no sólo que les permitan votar, que les puedan integrar esos cargos, permitan ejercer esos cargos.
Y que esta sentencia al ser traducida en todas las lenguas originarias de Guerrero no se quede ahí en un expediente, que sea difundida, que sea conocida en otras lenguas originales de Guerrero y sobre todo que creo que puede ser un antecedente muy bueno para otros tribunales y para otros estados.
—¿Qué le diría a esas mujeres indígenas que están agradecidas con esta sentencia que no se imaginaban que iba a ser posible?
Que no es motivo de agradecimiento, es de reconocimiento, de reconocimiento al valor que tuvieron para enfrentar estas violaciones a sus derechos, de denunciar este tipo de actos que siguen dándose en Guerrero desagraciadamente y no es para nosotros un regalo, es hacerles justicia.
Al final de la sentencia, la magistrada incluyó un mensaje para las nueve mujeres que presentaron esta impugnación en la que las calificó como valientes ciudadanas y destacó que “a partir de ahora, en Guerrero, a ninguna mujer indígena se le negará el derecho de votar y ser candidatas en todo tipo de elección; ya no les podrán quitar derechos que constitucionalmente les corresponden y que son vulnerados por los usos y costumbres de las comunidades. Sostenemos que el varón y la mujer son iguales ante la ley, y por ello tienen los mismos derechos”.