Un total de 63 elementos del Ejército mexicano regresaron a nuestro país después de más de una semana en la que colaboraron para sofocar el incendio registrado en una refinería ubicada en la ciudad de Matanzas, Cuba.
Alrededor de las 17:00 horas de este domingo llegó la aeronave Boeing 737 al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, luego de hacer escalas en Cozumel y Villahermosa para hacer trámites migratorios y recarga de combustible.
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Para combatir el incendio en la refinería “Supertanqueros”, la Secretaría de la Defensa Nacional apoyó con personal castrense especializado en sanidad, búsqueda y rescate en estructuras colapsadas, intendencia, manejo de helibaldes, entre otros.
Como parte del apoyo en la situación de emergencia, la Fuerza Aérea Mexicana estableció un puente aéreo a Cuba con cuatro aeronaves para proporcionar ayuda humanitaria, las cuales acumularon 20 vuelos con 148 horas y 44 minutos de vuelo, así como la entrega de 113.5 toneladas de material e insumos.
Previo a despegar hacia territorio mexicano, en las instalaciones del Ejército Central en Matanzas, Cuba, se llevó a cabo una ceremonia donde fue otorgada la condecoración “Orden de la Solidaridad” a los jefes de la delegación mexicana, mientras que al resto se les entregó la “Medalla de la Amistad”.
Se evitó una catástrofe mayor: encargado de misión de ayuda humanitaria
En entrevista con MILENIO, el general Juan Bravo Velázquez, quien coordinó la misión de ayuda humanitaria, mencionó que con el trabajo en conjunto con autoridades y habitantes cubanos se evitó una “catástrofe mayor” en aquella isla.
“Se formó un solo equipo con los cubanos para que a partir de ahí se combatiera el incendio. Desde el mismo día que llegamos empezamos los trabajos para sofocar el incendio, fueron cuatro tanques los que se incendiaron y la finalidad fue evitar que se pasara a otros depósitos de combustible que había en la zona.
“Fue un trabajo las 24 horas, sin descanso y fue puro personal especialista y con todo ello se pudo evitar una catástrofe mayor. Fue un trabajo en equipo con los cubanos, no fue un trabajo de los mexicanos nada más”, detalló el general.
Añadió que se requirió de una labor con mucha precisión para evitar que el incendio se expandiera a otros almacenes de combustible, por lo que la principal ayuda del Ejército mexicano fue “el asesoramiento técnico y el apoyo con material y equipo especializado” en el combate a incendios como es el uso de espuma retardante e hidrobombas.
FS