Remoción de Osorio Chong, reflejo de “una fractura que ya estaba marcada”: senador del PRI

Ramírez Marín dijo que está dimisión en el cargo no se debió a ninguna carencia, sino que por el contrario, trata de la búsqueda de más cercanía con el partido.

Jorge Carlos Ramírez Marín, senador del PRI | Jorge Carballo
Ciudad de México /

La remoción de Osorio Chong a la coordinación del PRI en el senado es un reflejo de “una fractura que ya estaba muy marcada”, así lo sostuvo el senador de la bancada del partido, Jorge Carlos Ramírez Marín, agregando que, está dimisión en el cargo no se debió a ninguna carencia, sino que, por el contrario, trata de la búsqueda de más cercanía con el partido, así como en los otros grupos parlamentarios.

En entrevista para MILENIO Televisión, Ramírez Marín apuntó que, durante la sesión extraordinaria convocada el día de ayer, solo la mitad de los senadores que presenciaron la asamblea —conformada por 8 de 12 senadores—, se encuentran inconformes, pues se “alega que no se cumplieron formalidades para ser legal la asamblea” a pesar de formalizar y protocolizar con un notario.

“Lo paradójico en este tema, es que es un gran pleito en una muy pequeña fracción (...) En los próximos días, veremos a dónde puede llegar la molestia a los que estaban en contra , y qué tanto puede establecerse esta nueva coordinación a la que dio lugar la votación de ayer”, dijó.


Ante la pregunta expresada, a que este cambio de coordinador implique “sumisión a la dirigencia del partido”, subrayó que la designación de Manuel Añorve es la de un interlocutor válido con el dirigente del partido tricolor, cuya “encomienda es de no dejar que el PRI pretenda pasar por encima de sus legisladores”.

A su vez, al ser cuestionado sobre los cambios de estatuto con la intención de dar continuidad al actual dirigente, Alejandro Moreno, señaló que se encuentra sujeto a lo que la Suprema Corte dictamine con relación al Plan B, por lo que dijo es adelantar vísperas.

“Si la Suprema Corte las válida, eso implicaría que el proceso electoral se recorra hasta noviembre, y por lo tanto el presidente del partido -que termina tres meses antes- tendrá que defender si efectivamente los 90 días que le alcanzan para permanecer…pero si la Suprema corte la echa abajo, como esperamos todos el plan b, las cosas se quedan igual que como estaban. Es adelantar las vísperas”, concluyó.


DM

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