La resistencia a antirretrovirales afecta a más de 10 por ciento de los pacientes con VIH que inician una terapia y el problema es que el virus puede mutar y reproducirse a pesar de los fármacos, informó Juan José Calva Mercado, investigador en Ciencias Médicas en el departamento de Infectología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”
Calva Mercado, también director del Comité Nacional para el Uso Racional de los Antirretrovirales (CORESAR), explicó que la resistencia se relaciona con la falta de apego al tratamiento, el uso inadecuado de los medicamentos y contribuyen, además, con “los efectos adversos o a las variaciones en la farmacocinética de la droga, como absorción e interacciones”, aclaró.
“La resistencia adquirida a los antirretrovirales limita las opciones terapéuticas de quienes viven con VIH; también aumenta los costos en salud de los sistemas de salud”, aseveró.
El especialista explicó que la pérdida de control de la replicación viral por la resistencia a los medicamentos para el VIH daña la salud del paciente, limita sus opciones terapéuticas y lo vuelve transmisor de la infección viral.
De manera paralela hay un impacto negativo en los sistemas de salud por el costo de la atención de enfermedades derivadas de la inmunosupresión secundaria a la actividad persistente del VIH, de ahí la importancia de realizar acciones integrales en las que intervengan pacientes, médicos, sistema de salud y gobiernos.
Calva Mercado, coordinador del grupo de trabajo (adultos) en la actualización anual de la Guía de Manejo Antirretroviral de las Personas con VIH del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (Censida), agregó que los medicamentos antirretrovirales evitan la progresión de la enfermedad y el desarrollo de infecciones oportunistas, pero hay que utilizar bajo monitoreo y en estricto apego a las indicaciones del médico.
“El monitoreo inmune es vital en esta coyuntura sanitaria. Hay que intensificar el conteo de linfocitos CD4/CD8 mediante pruebas por citometría de flujo. Los resultados permiten conocer el estado inmunológico del paciente, alertan sobre el riesgo de infecciones oportunistas y aportan información para el seguimiento del paciente y la toma de decisiones terapéuticas, lo cual es clave ante la resistencia adquirida a los antirretrovirales”, indicó Rodrigo Pestana López, doctor en Biología Celular y Molecular, y líder para Asuntos Médicos y Científicos para Latinoamérica en Becton Dickinson.
Al participar en la videoconferencia “La importancia del monitoreo inmune y manejo de la resistencia adquirida a los antirretrovirales para la calidad de vida de pacientes con VIH en tiempos de covid-19/influenza”, realizada en el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, Pestana López recordó que medio de la sindemia por covid-19 e influenza, el monitoreo inmune y el manejo de la resistencia adquirida a los antirretrovirales representan un desafío para las personas con VIH/Sida y un nuevo reto para la salud pública de México.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el mayor riesgo de complicaciones a causa del SARS-Cov-2 es para las personas con VIH que tienen un bajo recuento de células CD4 o que no están bajo un tratamiento antirretroviral eficaz. Algo similar ocurre con la influenza.
México adoptó en 2019 un compromiso global para eliminar las barreras que disuaden a las personas de hacerse las pruebas de VIH y conocer su estado serológico, o que retardan el inicio de tratamiento e impiden alcanzar la supresión viral sostenida.
Dicho compromiso -adquirido en el marco de la Décima Conferencia IAS sobre Ciencia del VIH (IAS 2019), organizada por la Sociedad Internacional del Sida, también contempla garantías de servicios de salud integrados, incluyentes y profesionales.
“En este Día Mundial de la Lucha contra el Sida, BD se suma a la labor de mejorar la atención de los pacientes y brindarles alternativas de diagnóstico más precisas, oportunas, certeras, menos invasivas y que contribuyan a ofrecerles una mejor calidad de vida”, finalizó Pestana López.
De acuerdo con el Registro Nacional de Casos de VIH y Sida, desde 1983 se han diagnosticado 313 mil 969 personas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana.
En 2020 se han notificado mil 641 casos; de ellos solo hay 12 mujeres. La tasa de mortalidad general por VIH es de 4 defunciones por cada 100 mil habitantes, según el INEGI con datos a 2018.
JLMR