El presidente Donald Trump y su gobierno merecen todo el respeto de México, y lo tendrán en la medida que sea recíproco, advirtió el embajador designado en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez.
En comparecencia ante comisiones del Senado, donde fue ratificado, garantizó que se usarán todos los mecanismos legales, políticos y de comunicación para defender los derechos de los mexicanos con base en las leyes y acuerdos internacionales.
El diplomático destacó que los memorandos del Departamento de Seguridad Interior que plantean deportaciones masivas son muy serios y preocupan a la cancillería, por lo que se discutirán con los secretarios Rex Tillerson y John Kelly en su visita a México, que inicia mañana.
Sin embargo, aclaró que esas disposiciones no obligan al Estado mexicano y estarán sujetos a las leyes e intereses nacionales.
“Está latente la posibilidad de un retroceso mayúsculo y también la posibilidad de construir una mejor y más madura relación. Estoy convencido de que hay que hacer todo lo posible por alcanzar lo segundo, porque está en el interés nacional, pero nunca en detrimento de ese interés nacional; nunca a cualquier costo y nunca bajo cualquier condición”, expresó.
Ante senadores de todos los partidos, encabezados por la priista Marcela Guerra y la panista Gabriela Cuevas, Gutiérrez manifestó que, igual que Estados Unidos, México no quiere una migración indocumentada, por eso va a plantear un arreglo, sobre bases jurídicas claras, para que haya mecanismos de movilidad laboral.
El ex subsecretario de la cancillería advirtió que no está a discusión el respeto a los derechos de los connacionales, independientemente de su estatus migratorio, y los defenderán asegurando el respeto a los procesos y al marco legal estadunidenses, pero también a los tratados internacionales.
Expuso los cinco ejes de su agenda diplomática en Estados Unidos y resaltó que aunque en la campaña electoral México fue objeto de posiciones y acciones hostiles e inaceptables, confía en que la relación pueda ser más estable cuando esté ratificada la mayoría de integrantes del gabinete de Trump; no obstante, reconoció que en el contexto actual la construcción de acuerdos será difícil.
El embajador señaló que trabajará con la cabeza fría y los principios claros, basados en una política de Estado en la que quede claro que el presidente Donald Trump y su gobierno merecen todo el respeto de México, “en la medida que sea recíproco”.
Los senadores Guerra, Cuevas, Gerardo Flores, Miguel Barbosa, Juan Carlos Romero Hicks y Humberto Fernández, entre otros, le preguntaron sobre los memorandos que permitirán desplegar las órdenes ejecutivas en materia migratoria, la urgencia por negociar el TLCAN y la cooperación en materia de seguridad y drogas.
Al respecto, Gutiérrez explicó que particularmente el inciso H9, que implica que los solicitantes de asilo hagan su trámite desde “países vecinos”, México no está obligado a aceptarlo. Destacó que este país no quiere una migración indocumentada y por ello propondrá mecanismos de movilidad laboral, porque encuestas serias estadunidenses reflejan que la mayoría de sus ciudadanos sí quieren un arreglo de ese tipo.
Puntualizó que, de los memorandos dados a conocer ayer, hay que poner atención en particular al incremento del número de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
“Creo que en la parte que debemos poner mayor atención, a reserva de un análisis más profuso, es el hecho de acortar los procesos y la discrecionalidad que en todo caso se puede tener para producir una deportación, sin haber resultado de declaración o concluido procesos a los que el individuo tiene derecho, independientemente de su estatus migratorio”, finalizó.
El embajador fue ratificado por las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores y de Relaciones Exteriores para América del Norte, y el pleno discutirá y votará su nombramiento en la sesión de mañana.