El Senado aprobó en lo general y en lo particular las reformas a nueve artículos constitucionales que introducen la revocación de mandato al sistema político mexicano, con las que se podrá remover al presidente de la República y a los gobernadores, con el 40% de los votos de la lista nominal de electores, para elegir nuevos gobiernos.
Con 90 votos a favor, 22 en contra y cero abstenciones, el dictamen fue aprobado por el pleno del Senado de la República.
También se aprobaron las reformas relativas a la consulta popular, con lo que no podrá haber nuevos ejercicios como el realizado el pasado domingo en Baja California con la llamada “Ley Bonilla” o tumbar proyectos como el del aeropuerto de Texcoco, al quedar prohibido desde la Constitución someter a ese ejercicio la materia electoral, los derechos humanos, el sistema financiero, los presupuestos y las obras de infraestructura en proceso. La minuta fue devuelta a San Lázaro para su análisis.
Las modificaciones a nueve artículos constitucionales confrontaron a Morena y al PAN, al reprochar el ex panista Germán Martínez que Acción Nacional se niegue a aceptar este mecanismo de democracia indirecta pese a que fue propuesta de campaña de su abanderado Ricardo Anaya y así lo registró en su plataforma electoral. "Mejor digan que no la quieren porque perdieron".
El panista Gustavo Madero reviró que "ni madres" que iban a aprobar esa reforma.
"Está hecha al servicio de su partido y su gobernante, con un descarado propósito de instrumento electoral para su gobernante. La revocación de mandato, su plebiscito revocatorio, es un peldaño más de su andamiaje autoritario en ruta al alineado de los modelos como Bolivia, Ecuador, Venezuela”.
En su turno, el emecista Samuel García manifestó que si hubiera existido esa figura años atrás, "después del escándalo de la Casa Blanca, que a Peña Nieto con la Gaviota los hubiéramos mandado a volar y al Bronco (Jaime Rodríguez) a su rancho".
Con información de Silvia Arellano
AE