El grupo parlamentario del PRI en el Senado lamentó que, lo que fue ideado como una herramienta de democracia participativa, como la revocación de mandato, incluida en la legislación como resultado de los acuerdos entre todas las fuerzas políticas, haya sido desvirtuado por el gobierno y el partido mayoritario.
“Lo que debería haber sido un ejercicio ciudadano se convirtió en una simulación, un acto de vanidad y un capricho que, en medio de una crisis económica, costó al país más de mil 700 millones de pesos que pudieron haber sido destinados a atender las necesidades de la gente”.
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A través de un comunicado, anunciaron su rechazo a una posible Reforma Electoral que vulnere las instituciones, atente contra la representatividad y la pluralidad y busque concentrar el poder y violentar el orden democrático.
Los integrantes del PRI condenaron que, desde el gobierno y Morena se haya utilizado un derecho ciudadano para presionar y descalificar al INE; y que se hayan utilizado las instituciones y los recursos públicos para ensayar una elección de Estado. Resaltaron que, desde el inicio del proceso hasta la jornada del día de hoy, actores políticos del oficialismo, instancias federales y funcionarios públicos de alto nivel incurrieron en violaciones claras a la ley, así como en prácticas inaceptables que constituyen un retroceso democrático.
También, reconoció al Instituto Nacional Electoral (INE) y a la ciudadanía por la organización del ejercicio de Revocación de Mandato del día de hoy.
“Como desde hace más de dos décadas, el INE y los miles de mexicanas y mexicanos encargados de organizar, instalar casillas y escrutar los votos, demostraron su capacidad y profesionalismo, pero sobre todo, su compromiso con nuestra democracia”.
En un comunicado señaló que México cuenta con instituciones democráticas sólidas, capaces de resistir los embates del autoritarismo y las ocurrencias.
La bancada del PRI reconoció a las y los ciudadanos que, sin importar la manipulación del gobierno y el uso faccioso de la Revocación, decidieron hacer valer su derecho al voto y demostrar su confianza en las instituciones electorales; pero también a quienes se abstuvieron en señal de protesta. Indicaron que la baja participación y el resultado del ejercicio debe leerse como una exigencia de la ciudadanía para que el gobierno comience a dar resultados.
Recordaron que, a más de la mitad del sexenio, el país vive una inseguridad creciente, una crisis económica que provoca el empobrecimiento de las familias, el debilitamiento de instituciones, falta de empleos o desabasto de medicamentos, en ese sentido, hicieron un llamado al gobierno a dejar de hacer campaña y concentrarse en atender y ofrecer soluciones a las necesidades de la gente. “México exige soluciones, no excusas ni distractores”, puntualizaron.
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