La diputada de Morena, Reyna Celeste Ascencio, propuso a la Comisión Permanente regular a moderadores en debates, de modo que la autoridad correspondiente podrá llamarlos al orden en caso de parcialidad.
Lo anterior, luego de que la semana pasada Morena solicitó cambios en la moderación del debate entre las candidatas del Estado de México, porque consideró que no hubo imparcialidad en el primer ejercicio del 20 de abril.
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Ante esto, la legisladora Ascencio suscribió en la Gaceta Parlamentaria una iniciativa para reformar el artículo 218 la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales inciso 8:
“En los ejercicios democráticos que prevé este artículo, la autoridad electoral deberá garantizar la imparcialidad de la moderadora o moderador del debate a fin de no afectar la equidad electoral. Durante el debate, la autoridad correspondiente podrá llamar al orden a la moderadora o moderador, en caso de notaria parcialidad, apercibiéndole de ser sancionado conforme al artículo 447 y 456 de esta Ley”.
En su exposición de motivos precisó que el objeto de este proyecto es garantizar que el moderador o moderadora en los debates electorales sean imparciales ante las y los candidatos que participan, en ese tenor, la autoridad electoral deberá estar atenta a ello, llamar al orden y en su caso imponer la sanción correspondiente al moderador que afecte la equidad de la contienda electoral.
Mencionó que dos principios constitucionales en materia electoral son la certeza y la equidad, de esa manera, los ciudadanos saben a que se atienen y entienden que ninguna autoridad o persona puede otorgar alguna ventaja indebida a algún candidato o partido político.
“Es claro que si un moderador durante un debate electoral se muestra ríspido, irreverente, agresivo y descortés con alguno de las o los candidatos durante un debate electoral y, contrastantemente, no tiene la misma actitud hacia el otro contendiente, es claro que no está siendo un moderador imparcial; ello trastoca gravemente la legitimidad del debate político, ya que el moderador se convierte en contendiente, y dado su carácter de mediador u organizador del ejercicio, se ubica en una posición de poder por encima de los candidatos que debaten”, precisa en el documento.
Además, lamentó que lo anterior ya ocurrió “en el primer debate de las candidatas al gobierno del Estado de México, la moderadora adopta una posición parcial evidente y notoria en favor de una participante, lo que puso en tela de juicio la legitimidad de la organización de estos eventos, fue tal la posición de la moderadora, que perdió la brújula en su papel de dirección y conducción del ejercicio, y su protagonismo empañó totalmente al debate, más que una moderación activa se empeñó en cuestionar e interrumpir constantemente a una sola de las candidatas”.
LP