El ‘boleto dorado’ de las plurinominales para la Cámara de Diputados perfilan a reunir a la dupla que subió a los estratos más altos del Partido Acción Nacional (PAN) en plena caída del calderonismo: Ricardo Anaya y Marko Cortés.
“Sólo les importan sus puestos y los de sus amigos, no el país. (...) han dejado a los ciudadanos a un lado“, arremetió Felipe Calderón bajo el mismo sentido de aquel comunicado que puso fin a su paso por el PAN. “Se ha incrustado subrepticia e ilegalmente a miles y miles de personas por el mero hecho de ser funcionales a la camarilla del poder”, decía en 2018.
Marko Cortés se enfrentó al apellido Calderón Hinojosa en el proceso para definir la candidatura a la gubernatura de su natal Michoacán en 2011, el cual perdió con una diferencia de más de 4 mil votos ante Luisa María Calderón, hermana del ex presidente mejor conocida como “Cocoa”.
Pero una victoria, quizá, más significativa le aguardaba para el 2015, cuando cruzó camino con el joven de Querétaro deseoso de conquistar lo que en el 2014 había gozado por unos pocos meses: la presidencia del PAN.
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Ricardo Anaya integró a Marko al equipo de campaña que enfrentó al que impulsaba la aspiración del ex gobernador Javier Corral. Sin embargo “la vuelta al origen del PAN” que el chihuahuense prometía no fue suficiente, pues los votos terminaron por beneficiar al conocido como el “joven maravilla”.
La victoria correspondió a Cortés Mendoza no sólo con una diputación plurinominal, también con la Coordinación del Grupo Parlamentario del PAN en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Una decisión que le valió de ser señalado como “traidor” por parte de militantes que veían para el cargo al propio antecesor de Anaya, Gustavo Madero Muñoz.
“El grupo ha expresado su respeto a la decisión que yo he tomado en ejercicio de la facultad que me confiere el estatuto del partido”, declaró el abogado tras reconocer la administración de su antecesor. “Fue un presidente nacional reformador en todos los términos de la palabra”.
La jugada de Anaya
Ricardo Anaya estaba seguro que de no recuperar la Presidencia que el PAN perdió en 2012 ante el PRI, México estaría condenado a dos escenarios: “A seguir padeciendo al PRI corrupto e ineficaz (...) o que siga el camino de otros países de América Latina (...) donde el gran hartazgo surja un líder mesianico, populista, que acaba con el país".
Así lo defendió en uno de los debates que sostuvo con Javier Corral, proponiendo una “renovación y regeneración” del partido rumbo al 2018— elecciones para las que militantes del blanquiazul comenzaron a sospechar una presunta intención del queretano por participar, lo cual desató polémicas y reclamos internos.
"Más allá de que en público se niegue la aspiración de Ricardo Anaya (...) la dirigencia nacional está utilizando la estructura y los recursos del partido en beneficio de ese proyecto personal”, se lee en una misiva colectiva firmada en 2016 por 18 panistas, incluido Gustavo Madero Muñoz.
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El escrito que exigía al presidente nacional definir sus aspiraciones fue reposteado en X (antes Twitter) por el propio Felipe Calderon, acusándolo de “poner en riesgo la Unidad” panista.
No obstante, la incertidumbre se intensifica conforme Anaya consolidaba su propuesta de formar la alianza partidista “Por México al Frente” junto a Movimiento Ciudadano (MC) y el PRD rumbo al 2018; misma que en mayo del 2017 anunció junto a Alejandra Barrales, del Sol Azteca, pero sin aclarar sus intenciones por abanderarla.
Al final los rumores fueron ciertos: en octubre de ese mismo año Ricardo Anaya renunció a la dirigencia nacional para enfrentarse a López Obrador (Morena) y a José Antonio Meade (PRI) en los presidenciales del 2018.
Su sustituto, Damián Zepeda, formalizó la precandidatura única toda vez reunió el apoyo de 50 mil firmantes y otros aspirantes como Rafael Moreno Valle, Ernesto Ruffo o la misma Margarita Zavala desistieron del proceso. Un hecho que se percibió como una imposición de las cúpulas "anayistas".
“Canceló toda la vida democrática y la participación ciudadana. (...) Las aspiraciones políticas de los militantes están condicionadas por la dirigencia, subordinándolos a sus intereses personales (...) Impuso en el PAN condiciones antidemocráticas”, arremetió la ex primera dama del calderonismo contra Ricardo Anaya. “Presento mi renuncia al Partido Acción Nacional”, sentenció.
Pese a decirse respetuoso de la decisión, el ya precandidato panista afirmó que ésta era una “decisión equivocada” que sólo beneficiaba al tricolor. En su momento, Felipe Calderón se limitó a reconocer “la valentía” de su esposa quien optó por la vía independiente para contender— sin éxito— a la banda presidencial.
El ascenso de Cortés
Ninguna fuerza política frenó el fenómeno de Andrés Manuel López Obrador, quien en julio del 2018 se convirtió en Presidente de México luego de superar por más de 20 puntos al segundo lugar ostentado por Anaya Cortés. Sin embargo, la óptica de Calderón Hinojosa atribuyó el éxito del tabasqueño al propio panista:
“¡Claro que tienen la culpa! Por la manera en que dividieron, excluyeron, atropellaron y cancelaron la democracia interna y la participación ciudadana en Acción Nacional para imponerlo“, escribió en una publicación de X a mediados del 2023.
El PAN sufrió el éxodo de Felipe Calderón tan pronto Marko Cortés subió a la dirigencia nacional; la designación de su paisano derramó la gota del vaso y el 11 de noviembre del 2018, el ex presidente dio por terminada su militancia panista.
El Comité Nacional del PAN hizo pública la renuncia que Calderón Hinojosa había presentado por privado, en la cual el ex panista lamentó la decadencia de lo que consideró "la mejor alternativa política de los mexicanos" a raíz de "los intereses de la camarilla que controla el partido".
"No quise llevarla hasta adelante hasta que pasara la elección interna del PAN (...) porque sé que muchos panistas querían hacer un último intento de hacer un cambio en el PAN", explicó para MILENIO Televisión, señalando a Marko Cortés, Jorge Romero, Moreno Valle, Ricardo Anaya y Damián Zepeda como parte de aquella 'camarilla'. "Los que están repartiéndose el PAN como si fuera su patrimonio".
Advirtió que la nueva presidencia a manos de Marko Cortés— cercano de Anaya— sería "una fiel expresión de la corrupción, la mediocridad y la manipulación". Un posicionamiento que ha externado en distintos momentos de la administración, señalándolo de “hipócrita”, “avaro” e incluso “traidor” al propio Anaya.
“La esencia de Marko Cortés es la traición, la corrupción y la hipocresía. Ahora traiciona hasta al propio Ricardo Anaya”, escribió el michoacano en X ante la intensión de Cortés Mendoza por impedir a futuros dirigentes nacionales aspirar a una candidatura presidencial.
“No digo que no lo merezca, pero por lo menos se hubiera aguantado un poco antes de descararse para evadir su responsabilidad en el desastre del PAN”, atajó.
ASG