Ricardo Anaya compartió un video conviviendo con personas de ocho comunidades de Michoacán, como parte del recorrido que inició hace tres semanas con el objetivo de llegar a mil municipios del país para "escuchar las necesidades y los sueños de la gente, y vivir los problemas como propios para encontrarles soluciones juntos”.
En Uruapan, detalló que conoció de primera mano la tragedia que tuvo que enfrentar la familia de la doctora Gabriela Ornelas, quien acudió a trabajar a un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Apatzingán y se contagió de covid-19.
"Es lamentable la forma en que este gobierno le ha dado la espalda al personal de salud, como la doctora Gabriela ha habido más de 204 mil contagios y más de 2 mil 600 muertes entre nuestros doctores. Por eso los datos de Amnistía Internacional ubican a México en el primer lugar del mundo en muertes por covid del personal de salud”, expresó.
Indicó que Gabriela Ornelas no recibió suficiente equipo de protección y el 31 de mayo de 2020 murió lejos de su familia y de su hija, seis días después de su cumpleaños 49.
"No fue cuidada como muchos médicos, lo que les dieron, su equipo de protección, corrientísimo", comentó la hermana de la doctora.
También en Uruapan, Ricardo Anaya recorrió huertas aguacateras y empacadoras, sector que enfrenta diferentes problemáticas, pero es uno de los que tiene mayor potencial, “sin duda, Uruapan es la capital mundial del aguacate y merece todo el apoyo para seguir creciendo y generando prosperidad compartida”.
Finalmente, en Uruapan visitó a la familia Gallegos Ramírez, que lo invitó a cenar y a pasar la noche en su casa.
En Cuitzeo, platicó con Erika Izquierdo y Leticia Rodríguez, quienes se dedican a la fabricación de cestas, canastas y otros artículos de fibra de tule, y señaló que ellas han enfrentado serias dificultades económicas por las restricciones para la venta y la baja del turismo a causa de la pandemia.
La misma problemática le compartieron los artesanos de Tzintzuntzan y los comerciantes de dulces, gazpachos, muebles y comida con quienes conversó en Morelia, donde aseguró que “las ventas de dulces típicos han bajado un 70 por ciento, pero ellos siguen al pie del cañón, tratando de salir adelante”.
En Paracho, conversó con David Campos, “un gran laudero” que fabrica guitarras desde hace 50 años, y en Santa Clara del Cobre participó en el proceso tradicional de fabricación de un cazo de plancha, en el taller de la familia Parra, que se ha mantenido por tres generaciones.
Ricardo Anaya estuvo en Quiroga, donde se deleitó con las tradicionales carnitas de la familia Olivo, quienes a pesar de la baja en las ventas siguen poniendo todo su esfuerzo para conservar el negocio familiar, “vivimos tiempos muy difíciles, pero vamos a salir adelante”.
icc