La ministra Margarita Ríos-Farjat, presidenta de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, asegura que las sentencias que emite la Sala están sustentadas en la protección a las mujeres, a los derechos humanos de las personas y a la igualdad de género.
La abogada regiomontana concedió una entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios en la Casa de la Cultura Jurídica, en la que habló del informe de labores del ejercicio 2021 de la Primera Sala de la Corte. En el informe hizo una relatoría de las 24 sentencias más importantes que atendió la sala que preside.
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-¿Cómo ha participado la Primera Sala en las sentencias que se sustentan en equidad de género y la protección a la mujer?
"La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación incide en la sociedad a través del impacto de sus sentencias, en la forma en cómo deben atender ciertos principios y valores, qué está permitido y qué no está permitido. El impacto de las sentencias se va incrustando en la narrativa social lo que contribuye a la armonía de la sociedad completa.
"Los casos que llegan a la Corte son casos terminados y complejos donde hay una polarización de derechos, lo que nos habla justamente de cuáles son los temas más sensibles y complicados de la sociedad. Ahí es donde tenemos la posibilidad de incidir para orientar hacia dónde hay más justicia y hacia dónde hay más dignidad".
-¿Qué tipo de asuntos ven en la Primera Sala?
"En la Primera Sala vemos temas de materia civil y penal, en su gran espectro: familiar, derechos de la personalidad, derecho a la salud, herencias, filiación, migración, entre otros temas insertos en la parte más íntima de las personas. Me toca presidir la Sala que ha estado haciendo transformaciones en los últimos 10 o 15 años.
"En el informe que acabamos de presentar narramos, a grandes rasgos, 24 sentencias, con casos complejos, sensibles, que tenemos que revisar uno por uno y a fondo, cuya resolución quedará incrustada en el orden jurídico mexicano para que sea seguida por todo el Poder Judicial".
-¿Alguna sentencia ha representado algún desafío en materia de derechos humanos?
"Un caso fue donde un matrimonio se divorcia, el señor con situación económica más holgada establece que va a dejar una propiedad a los hijos y el usufructo, que es el derecho de disfrute sobre la propiedad, a la esposa siempre y cuando no reciba visitas masculinas, la habite con los hijos y no tenga otra relación. Ella lo acepta así, pero con el tiempo el señor demanda la nulidad del usufructo porque la mujer está recibiendo visitas masculinas.
"Fue un caso muy complejo, interesante y muy rico en el que nos cuestionamos si el señor tiene el derecho de establecer esas condiciones. Es su voluntad y al final ella aceptó, pero aceptó a un grado en que las condiciones son indignas, porque la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en una parte, establece que delimitar su autodeterminación es violencia contra las mujeres y llega a un punto de ser indigno; en este sentido, el contrato se anuló, ya que no se pueden establecer cláusulas que atenten contra la dignidad de nadie".
-¿Qué asunto resuelto por la Primera Sala ha tenido impacto social?
"El Congreso de Yucatán estaba discutiendo una iniciativa para reformar y lograr que hubiera matrimonios del mismo sexo; finalmente no prosperó y fue una votación dividida, secreta, por cédula, pero el Reglamento Interno de Yucatán requería, por el tipo de reforma, una votación pública, nominal, donde vota cada diputado.
"La comunidad LGTB+ se movilizó, quiso saber cómo votó cada representante por lo que promovió un amparo, pero el juzgado no aceptó la demanda con el argumento de que no había legitimación de ser miembro de esa comunidad y, ante la negativa, promovieron una revisión.
"La Sala determinó que se había violado el Reglamento Interior del Congreso y en este caso esa deficiencia no se pudo subsanar, pero para que pudiera proceder el reclamo había que determinar que esa comunicad tuviera legitimación para promover un juicio de amparo y nosotros establecimos que bastaba con que se autoadscribieran como integrantes de la comunidad LGTB+, para tener la legitimidad".
-¿Ha sido una tarea difícil ser ministra de la Suprema Corte de Justicia?
"Ha sido una tarea de luminosidad interior a la que vale la pena entregarse, es una gran satisfacción y una gran responsabilidad de saber que tu sacrificio y dedicación lo estás integrando a una causa superior a ti".
-¿Algún sello que busque imprimir como ministra en la Corte?
"Me preocupan mucho siempre los niños, las víctimas de la gente abusadora, no me gustan los autoritarismos, ni domésticos ni de ningún tipo.
"Creo siempre en la libertad de las personas y lo que consideren mejor, dentro de acompañamientos y apoyos, pero creo en la dignidad y el derecho a la intimidad, a elegir qué es lo mejor".
FS