La Sala Especializada del Tribunal Electoral descartó que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, haya caído en actos anticipados de precampaña o campaña al participar en eventos y publicaciones de candidaturas del pasado proceso electoral.
Los magistrados consideraron que se tratan de hechos futuros de realización incierta y la efervescencia de la renovación presidencial no es ilegal, aunque cada vez sea más anticipada.
El PRI denunció que Claudia Sheinbaum apareció en distintas notas periodísticas en donde destacaron sus aspiraciones por la contienda presidencial, lo que podría caer en actos anticipados de precampaña y campaña y vulneración en el proceso electoral del 2024, con una ventaja indebida frente a otros aspirantes.
El proyecto declaró la inexistencia porque “las publicaciones denunciadas no se advierten manifestaciones explícitas e inequívocas de apoyo y/o un llamamiento directo al voto o a la existencia de expresiones equivalentes y funcionales que permitan inferir que en los mensajes exista alguna manifestación de llamado para votar a favor de Claudia Sheinbaum Pardo o al exposición de alguna precandidatura candidatura, partido o fuerza política con miras al proceso electoral federal 2023-2024”.
Sin embargo, la magistrada Gabriela Villafuerte puso sobre la mesa la necesidad de que, ante las eventuales reformas electorales, se analice si lo que quieren es mayor regulación a la anticipación de aspiraciones o más libertad, pues dejó claro que no sólo no existe ilegalidad, sino que tampoco es novedoso.
Puso como ejemplo que en el proceso electoral presidencial 2017-2018, la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación recibió quejas desde el 20 de agosto de 2016, es decir, más de un año antes del inicio del proceso, el cual arrancó en septiembre de 2017.
“No es extraño este comportamiento, pero pareciera que cada vez se anticipan más, pero no es ilegal. Lo que hay que poner sobre la mesa es si los partidos pueden hacer mítines o estos eventos grandes y con gente, claro que de eso se trata, pero también me pregunto si se espera que inicie el protagonismo de ciertas personas, si la gente quiere ver esto como actividad en periodo ordinario de los partidos políticos porque eso nos lleva a recordar el porqué la regulación de la precampaña”.
Villafuerte recordó que la regulación de las precampañas se estableció justamente, cuando “era obvio que había esta efervescencia” en la sucesión presidencial, por lo que se normalizó y se legalizó la precampaña.
“Quizá sea necesario revisar nuestras normas porque a lo mejor hace falta regular esta anticipación con la que empieza la actividad frente al relevo presidencial porque finalmente tenemos algo que por supuesto, no choca con nuestras normas, pero quizá estamos viendo que cada proceso electoral vemos con mayor anticipación la presencia de la actividad frente al relevo, lo que nos llevaría a una armonización de las normas”.
Villafuerte consideró además que es importante que el legislador analice la diferencia que existe entre los aspirantes que buscan posicionar sus futuras candidaturas desde un cargo público.
El magistrado Luis Espíndola recordó que “más es menos” e incrementar la regulación podría terminar coartando la libertad, por lo que consideró que se requiere una democracia más saludable y fortalecida lejos de inhibiciones o prohibiciones, para que la ciudadanía pueda escuchar las propuestas e ideas de quienes aspiran a cargos públicos.
Las magistraturas coincidieron en que hasta este momento, con la legislación actual, la Jefa de Gobierno no incurrió en ningún ilícito porque el proceso electoral es futuro y hasta que comience el proceso presidencial en 2023 “pueden pasar muchas cosas”, por lo que no se le puede prejuzgar desde ahora.
Finalmente, Villafuerte agregó que la denuncia del PRI incluye una pregunta machista que la prensa realizó a la jefa de Gobierno al cuestionarle si consideraba que “México ya estaba listo para tener a una mujer como Presidenta”, lo que denota la falta de perspectiva de género por parte de los medios de comunicación.