Samuel García y Mariana Rodríguez, un amor que no pasó la lupa del INE, SAT y la UIF

Crónica

En la sesión del INE, además de la discusión que desató el apoyo de Mariana Rodríguez a través de sus redes sociales, se expuso un esquema de triangulación de recursos de la familia del gobernador electo que se hicieron pasar por donaciones.

Los representantes de los partidos políticos también opinaron de las muestras de amor materializadas en historias y 'posts'. (Instagram marianardzcant
Jannet López Ponce
Ciudad de México /

El clásico que reza que “en la guerra y en el amor, todo se vale”, no fue suficiente para que Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez burlaran las leyes electorales, libraran a Movimiento Ciudadano de una multa millonaria y escaparan de la mira del INE, el SAT y la UIF.

En la mesa electoral, el amor conyugal no fue suficiente para justificar que una influencer hubiera “donado” su espacio de trabajo y su fama para hacer a su esposo gobernador. Y el amor familiar, no valió para que el árbitro electoral dejara pasar triangulaciones millonarias, ilegales y con uso de empresas fachada para apoyar de manera indebida a un buen hijo soñador.

Al la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), que preside Lorenzo Córdova; a la llamada “dama de hierro” del SAT, Raquel Buenrostro y al para algunos “temible” Santiago Nieto de la UIF, no los frenó el amor de un par de jóvenes regios que lo único que querían era ser populares, convertirse en tendencia en redes sociales y, con mucha suerte, terminar gobernando Nuevo León. Los investigaron a fondo y exhibieron el lodo.

“Primero aclarar que éste no es un debate sobre el amor. Aquí, al Consejo General del INE, no venimos a debatir sobre el amor entre personas, sino sobre temas jurídicos que tienen implicación en los procesos electorales”, lanzó el representante de Morena, Sergio Gutiérrez Luna, con su clásica espada afilada tras siete horas de sesión.

En un discurso repleto de mezcla de argumentos, temas e ideologías que sólo detonaba desesperación para justificar lo injustificable, el representante de Movimiento Ciudadano, Juan Miguel Castro Rendón, leyó un escrito que, dijo, envió el coordinador de la bancada del partido, Dante Delgado.

“De aprobarse, será una decisión ad feminam que ad hóminem, basada en cifras que la propia autoridad reconoce explícitamente que fueron construidas ad hoc”, decía entre enredos y esforzándose por mantener el aire detrás de un cubrebocas que sólo empeoraba al ver el montón de hojas pendientes por leer, sujetas con un clip que sólo terminó estorbando.
El INE expuso la lista de precios para aparecer en el Instagram de Mariana Rodríguez.

Luego, el representante de MC recurrió –a nombre de Dante Delgado– al feminismo, a la libertad de expresión, a los matrimonios solidarios, a las esposas queridas en redes sociales, a los derechos que no arrebata la fama y hasta a las obligaciones morales de quienes deciden contraer matrimonio.

“¡Lo que están sancionando es su éxito y su libertad!”, decía como si se tratara de un concurso de fama y envidias, sin agregar ni una línea sobre las normas legales que violaron su candidato, su familia y el partido al que le daba voz.
El INE no aceptó el argumento del apoyo de Mariana Rodríguez a Samuel García. (Instagram @samuelgarcias)

La Sala del Consejo General del INE parecía a ratos un show en el que cada personaje pedía la palabra para contar su mejor chiste. Su aportación más burlesca e irónica… o la más cínica. Y ahí apareció el Partido Verde, que con una sanción histórica sin derecho a tiempos en radio y televisión por un año tras la intervención reiterada e ilegal de influencers en veda electoral, se atrevió a exigir al INE que fuera firme en este uso ilegal de redes sociales.

“Todos vimos que Samuel ni baila, ni canta. La que baila y canta es la señora. Los mensajes del Partido Verde los están tasando en 200 mil pesos por mensaje, los de la señora Mariana los están tasando en 20 mil. Si se toma el mismo valor, de lo que dijeron los influencers una sola vez y no mil 300 como la señora, entonces Samuel rebasaría el tope de gasto en más de mil 200 millones de pesos”, decía el diputado del PVEM, Marco Antonio Gómez.

Los micrófonos se apagaban y se encendían, en la sala y vía zoom, todos querían opinar del amor de Mariana y Samuel. De su fama, de sus fans, de sus populares historias en Instagram y de su valor como mujer, de la valía de haber creado, formado y coronado a un gobernador. Con muchas o poquitas trampas.

“Si la esposa de un candidato tuviera una imprenta, ni el candidato ni el partido podrían ir a esa empresa a imprimir gratis toda la propaganda de la campaña”, “Si un candidato aparece en un mitin con un cantante, le tiene que pagar, aunque sea su hermano”, insistían los consejeros.

El proyecto del INE exhibía la lista de precios que Mariana Rodríguez maneja por su cuenta de Instagram, misma que registró ante el IMPI y el SAT como persona física con actividad mercantil: ocho mil 500 pesos por una historia de 15 segundos, 20 mil por seis historias consecutivas, 25 mil por un post, 15 mil por una selfie con un producto… en este caso, el producto era su esposo, que como las marcas que Mariana promociona logró “venderse” a un mercado que para Samuel García, resultó en más de 700 mil votos.

“Este está ingrato”, “ella también me quiere callada”, “otro que me quiere cosificar”, “a la fregada”, decía la influencer en Instagram, recostada con un celular filmando la sesión del INE y con otro transmitiéndola, incluido el momento cuando exhibió estas historias el representante de Morena al que quizá por el cansancio o el anhelo por reivindicar su derrota en Nuevo León, le surgió una extraña defensa y convicción por respetar al Consejo General.

Triangulaciones familiares y recursos mal habidos

Del amor de pareja pasaron al amor familiar. Pues la madre y los hermanos de Samuel García crearon un esquema de triangulación de recursos con empresas con características de fachada, con las que enviaron más de 14 millones de pesos al partido que luego, Movimiento Ciudadano hizo pasar por donaciones en especie de proveedores que quisieron apoyar la campaña, con equivalentes a 12.4 millones de pesos como MILENIO lo dio a conocer.

Movimiento Ciudadano recibió aportaciones por al menos 14 millones de pesos en un esquema de triangulación. Simuló que era financiamiento privado legal. El partido se hizo de recursos mal habidos”, descargaba en su discurso el consejero Ciro Murayama a lo que se sumaban otros consejeros y partidos políticos.
“La pregunta es si Samuel García debe ser gobernador de Nuevo León a pesar de todas las trampas que se están evidenciando en esta sesión. ¡Trampas, triquiñuelas, montajes y simulaciones!”, lanzó Morena, pero a diferencia del caso de Mariana Rodríguez, Movimiento Ciudadano ni siquiera buscó defenderse, el silencio se apoderó de la silla del representante que no pudo ni quiso explicar por qué el partido se benefició de dinero indebido y orquestó triangulaciones desde las cuentas del Comité Ejecutivo Nacional.
Además del caso de Mariana Rodríguez, MC fue multado por triangulaciones para financiar la campaña de Samuel García. (Instagram)

Este viernes, luego de más de 13 horas de sesión, Movimiento Ciudadano despertó mudo ante estas triangulaciones y con una notificación para que pague más de 73 millones de pesos en multas.

Samuel García presumió en sus redes sociales la defensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien fiel a su estilo, no dudó en lanzarse contra el INE.

Y Mariana Rodríguez siguió en lo suyo… dos historias matutinas en Instagram aprovechando la atención que hay en sus redes, para promover las ofertas de su marca de cosméticos. Porque atacarán al amor, pero la casa no pierde.


DMZ​

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