Transportar por acueductos el agua del acuífero del Valle del Mezquital o del proyecto Tecolutla-Necaxa, para surtir al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que se construye en la Base Aérea de Santa Lucía, no será tarea fácil. La oposición a ello está en puerta.
Para los primeros días de junio se prevé, una vez que se aflojen las medidas por el confinamiento del covid-19, el reinicio de reuniones, entre representantes de pueblos del Valle del Mezquital, Hidalgo y pueblos aledaños a Santa Lucía, Estado de México, según dirigentes sociales entrevistados vía telefónica.
“Se dará una reunión formal para establecer acuerdos de cómo defender de manera conjunta los territorios”.
El representante de la organización Doce Pueblos Originarios de Tecámac, Arturo Hernández Buendía, informó que “hemos tenido pláticas con los campesinos del Valle del Mezquital y dicen que están dispuestos a impedir ese acueducto”.
Las pláticas ya tienen un avance y su objetivo es evitar el “saqueo” del agua de otros acuíferos, cuando hay pueblos que también carecen de ella o viven al día con el esquema de “tandeo”, trátese del Valle del Mezquital o los que rodean a dicha Base Aérea.
Al inicio sólo se contemplaba un acueducto, ahora se consideran hasta cuatro
Una revisión de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), arroja que en el inicio de la proyección de la obra aeroportuaria no se tenía considerado llevar por un acueducto el agua del proyecto Tecolutla Necaxa para abastecer a la nueva terminal aérea. Para ello, solo se menciona el acuífero del Valle del Mezquital. Ahora ya se contemplan incluso la construcción de cuatro acueductos.
En el Programa Territorial Operativo de la Zona Norte del Valle de México de la Sedatu se señala que el acueducto del proyecto Tecolutla-Necaxa, tendría “una distancia lineal preliminar de 165 kilómetros y un gasto esperado de 5 mil 37 litros por segundo, que equivaldría a una aportación anual de 159 hectómetros cúbicos anuales”.
Por su capacidad se le califica, hasta ahora como “el proyecto de mayor dimensión, aún preliminar y en estudio por parte de Conagua para la solución del déficit de agua”.
Su operación y construcción se prevé para “una fase de largo plazo, y sería la opción para dar respuesta a la demanda creciente esperada en la región” que ya no puede ser alimentada por el acuífero Cuautitlán-Pachuca.
Desde el 2000 se intentó pero la oposición ganó
La realidad es que el mismo proyecto se intentó poner en práctica desde el año 2000. Las comunidades lo conocen y en aquel tiempo se opusieron a ello. Claro, aun no se pensaba en la terminal aérea.
En aquel año, hubo oposición de los campesinos aledaños al río Tezontepec. Si el proyecto se desarrollará se afectaría el Cerro de Chiconautla pues la idea es bombear las aguas a esta zona y de ahí dejarla caer por gravedad.
De rehabilitarse ese proyecto “van a enfrentar el descontento de las comunidades indígenas”.
Respecto al acueducto que se pretende del Valle del Mezquital a Santa Lucía, lo mismo “les hemos dicho que no, nosotros lo hemos venido denunciando, desde tiempo atrás. Hemos platicado con los del Valle del Mezquital y su determinación es seria: no permitirán el traslado de esa agua”.
Los opositores al proyecto del acueducto del Valle del Mezquital, están en Tezontepec de Aldama y en sí en la región de Tula, Hidalgo, “hay zonas donde carecen de agua potable. Además no hay estudios de impacto ambiental de la reimportación del agua y no se nos ha consultado para nada”.
El gobierno federal sabe el conflicto social que se avecina con sus proyectos de la construcción de acueductos para el traslado de agua a la nueva base aérea.
De ello hay constancia en la MIA, donde se reconoce que “existe una tensión por el recurso. La percepción es que les quitan el recurso. Situación que alerta a cualquier proyecto, ya que el agua puede ser uno de los recursos que desencadene problemas sociales en la zona”.
jlmr