La saxofonista María Elena Ríos dio a conocer que tiene programada una llamada telefónica con la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, para atender el caso de su ataque y dar seguimiento a los procedimientos en contra de su agresor.
En entrevista para MILENIO Televisión, la activista dijo que, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometiera a revisar su caso, fue contactada para exponer su solicitud de protección ante la funcionaria federal.
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“Por la tarde me van a comunicar con la secretaria Rosa Icela, a la cual la verdad espero que, de acuerdo a lo que les voy a comentar y a plantear nuevamente, y que todo sabemos, espero que se tomen las acciones necesarias”, declaró.
Ríos planteó que tiene la “impresión de que al Presidente no le hacen de conocimiento de los informes verdaderos de la situación”, ya que se trata de la primera vez que tiene contacto con funcionarios federales, y no se había comunicado con Alejandro Encinas y Ricardo Mejía, como había indicado el mandatario.
No obstante, agradeció el contacto que tendrá con la secretaria de Seguridad, y manifestó su deseo de que sea una reunión entrevista fructífera, pues sostuvo que persiste “la insistencia en proteger a mi agresor”, pues hasta el momento no se han tenido avances en su detención.
Asimismo, agregó que buscará que las medidas de protección que se le han otorgado no se limiten únicamente a Oaxaca, pues por prevención ella se encuentra viviendo en la Ciudad de México. “No solamente corro peligro en Oaxaca, pues que saben que (mi agresor) tiene poder político y económico para pagar y mandarme hacer lo que quiera”, advirtió.
“El Presidente y sus aliados en la Federación son personas que me pueden ayudar. Oaxaca no me va a ayudar, la Secretaría de Gobernación, a través del mecanismo de protección federal, me hayan rebajado estas medidas a Oaxaca”, añadió.
“Como cualquier sobreviviente, tengo el derecho de rehacer mi vida, tengo muchas ganas de estudiar, pero la verdad es muy difícil vivir con la incógnita cada día, salir de mi casa y venir a hacer actividades y estar regresando todo el tiempo hacia atrás. No es justo”, dijo.
La activista explicó que su caso puede ayudar a muchas mujeres que atraviesan la misma situación de impunidad, enfrentándose a “jueces corruptos, misóginos, a magistrados que se prestan a sobornos para proteger a los agresores y es una lucha, si quieren verlo así, de poder, que tenemos las mujeres en México”, remarcó.
LP