Durante el primer debate presidencial, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, hizo una de las propuestas más polémicas: cortar la mano a los criminales.
En una de sus primeras participaciones, el candidato independiente aseguró que de llegar a la Presidencia presentará una iniciativa a la Cámara de Diputados para "mocharle la mano al que robe".
Ante esta declaración, la periodista Azucena Uresti cuestionó la literalidad de la propuesta.
No habla literalmente, ¿o sí, candidato?
Sí, claro
¿Cortarles la mano literalmente?
Literalmente.
A ver, explíqueme, por favor .
Al que robe hay que mocharle la mano. Hay que presentar una iniciativa para que los diputados aprueben esta sanción.
¿Cortarle la mano a los delincuentes?
Claro.
¿Eso es lo que usted va a proponer a los diputados?
Así es.
Pero, ¿es realmente posible hacer realidad la propuesta? Para lograrlo, tendría que haber una reforma al Artículo 22 Constitucional que prohíbe la mutilación o el tormento a las personas.
"Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales. Toda pena deberá ser proporcional al delito que sancione y al bien jurídico afectado", dice la Constitución.
Pero además de ser aprobada una modificación a la Constitución Política Mexicana por la Cámara de Diputados y luego por la de Senadores, México tendría que salir de los tratados internacionales de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Como uno de los 51 países fundadores de la ONU, México firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos que la Asamblea General de la ONU aprobó en 1948, así como de otros 17 tratados internacionales.
Uno de los apartados que destacan, y que interesan en el caso de aprobar "mochar manos a criminales", es la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, que entró en vigor en 1987.
En el Artículo 2 de la Convención, los países firmantes aceptan tomar "medidas legislativas, administrativas, judiciales o de otra índole eficaces para impedir los actos de tortura en todo territorio que esté bajo su jurisdicción".
Considerando que por tortura se entiende "todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospecha que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras (...)", México estaría impedido de aprobar como castigo cortar las manos de los criminales, a no ser que decida salir de la ONU.
Asimismo, el Artículo 4 de la misma Convención señala que todos los Estados Parte deben incluir clasificar como delito en su legislación penal todos los actos de tortura, tentativa de la misma o todo acto de cualquier persona que sea cómplice o participe en un acto de esta índole.
Además, indica que se castigarán estos delitos con "penas adecuadas en las que se tenga en cuenta su gravedad".
ALEC