Los 17 helicópteros y aviones que se encargaron del mayor puente aéreo en la emergencia por las lluvias de octubre en México, recibirán mantenimiento una vez que auxiliaron a los habitantes de la zona serrana de cinco entidades que quedó incomunicada, sin alimento, sin servicios y con calles y viviendas destruidas.
Después de la implementación del histórico puente aéreo tras las atípicas lluvias e inundaciones en cinco estados de este año, la Defensa proyecta dar oxígeno y revitalizar a su flota.
Apenas superada la contingencia, que inició la noche del 9 de octubre, la dependencia lanzó una serie de licitaciones entre la última semana de ese mes y la primera de noviembre, con la finalidad de potenciar la operatividad de las aeronaves empleadas como parte del Plan DN-III, para misiones de auxilio en Hidalgo, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Veracruz.
Esa flota aérea es clave en el apoyo a la población civil en casos de desastre, principalmente porque sus operaciones se pueden configurar para el traslado de víveres, evacuación de personas, ambulancia aérea, vuelos de reconocimiento y despliegues de personal bajo condiciones meteorológicas adversas, principalmente en zonas colapsadas, inundadas y de difícil acceso.
Las licitaciones incluyen la reparación de componentes críticos de 17 helicópteros que estuvieron en la primera línea del desastre.
De acuerdo con el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, la emergencia por las inesperadas lluvias dejó incomunicadas a poblaciones de esos estados y poco margen para la planeación.
Pese a ello, recordó durante la ceremonia de reconocimiento a personal militar y naval encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum en la Base Aérea de Santa Lucía, lograron operar el puente aéreo más grande de la historia del Plan DN-III-E, activo por prácticamente un mes para abastecer y rescatar a poblaciones, en su mayoría, devastadas.
Gracias al puente aéreo pudieron efectuarse mil 557 operaciones que transportaron 494 toneladas de insumos, lo que mantuvo en constante actividad a la flota aérea, que fue prácticamente la única vía de abastecimiento a comunidades.
En el caso de la flota de la Guardia Nacional busca mantener la operatividad de 32 aeronaves por un periodo de 12 meses, a partir del fallo que adjudique el servicio que incluye mantenimiento integral, preventivo, programado y correctivo, suministro de partes, componentes equipo y herramienta especial.
Adicionalmente, mantenimiento integral para los equipos de navegación, comunicación, electrónicos, eléctricos e instrumentos de la flota aérea.
Lo anterior, para siete helicópteros Sicorsky “Black Hawk” modelos S-70A, seis UH-60M, cinco Eurocopter EC-120B, así como tres aeronaves Boeing 727-264, dos Gulfstream G350II y dos Kazan MI-8MTV-1.
Una Marcel, Dassault Falcon 328-300 e igual número de Fairchild Dornier 328-300, Diamond Aircraft DA 42 M-NG, Casa CN 235, Eurocopter AS-350 B3 y AS-350 B2 y Bell 206 B3.
Debido a la diferencia en horas de vuelo, cada aeronave requiere además distinto tipo de inspecciones por parte del proveedor aún por seleccionar.
El anexo técnico del proyecto especifica que los servicios que se requieren por parte del proveedor se refieren al mantenimiento, esto es, contempla cualquier acción de inspección, reparación, alteración o corrección de fallas o daños a la aeronave, o bien, a algún componente o accesorio.
De mantenimiento de línea, el cual implica básicamente la realización de trabajos de pernoctar, tránsito, prevuelo y postvuelo, además de trabajos que sean reportados en bitácora después de algún vuelo.
Mantenimiento correctivo, es decir, toda acción necesaria para que una aeronave, componente o accesorio restablezca su condición de operación tras la ocurrencia de alguna falla y, el mantenimiento programado, enfocado a los trabajos necesarios relativos a sus límites de vida como las horas de vuelo, el tipo tiempo calendario y los ciclos que, en el caso de los motores, depende del número de arranques y factores de potencia a que fue sometido.
Además de inspecciones requeridas cuando se sospecha que la aeronave o algún componente fue expuesto a condiciones de operación fuera de sus límites, o bien, alguna otra inspección de tipo especial.
Los componentes y materiales para dar el servicio deben ser reemplazados por nuevos, no obstante, previa autorización, podrían ser reparados en condición de overhaul (o serviciables) siempre que estén en condiciones iguales o mejores, y autorizados por el fabricante de acuerdo con el manual de mantenimiento.
UH-60M Black Hawk de la Defensa
En cuanto a las aeronaves de la Sedena, se refiere a la reparación de componentes como es la unidad de control hidromecánica, sistema que permite al piloto controlar el vuelo del helicóptero, la cual requieren dos helicópteros UH-60M, luego de presentar fallas durante la prueba de desvío manual.
En tres de los casos porque requieren reparación de los conjuntos de cilindros, ya que presentan fuga de líquido hidráulico fuera de los límites permisibles de conformidad con el Manual de Mantenimiento.
Y un sexto helicóptero requiere de reparación al servo cilindro (cuya función es la automatización de procesos que requieren control fino) por presentar una fuga.
En el anexo técnico emitido por la Defensa se especifican los requerimientos en cuanto a refacciones, consumibles, instalación, normas y regulaciones de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA); así como las garantías de calidad.
HCM