El subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Rabindranath Salazar, encabezó una ceremonia en el marco del 111 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana en la explanada de la dependencia, en la que dijo que el hecho histórico es el más trascendente del siglo XX.
“Hablar de la Revolución mexicana es evocar el despertar nacional, es recordar al movimiento social más trascendente del siglo XX, que a diferencia de otras revoluciones que surgieron de un temple obrero, la mexicana conllevó un escrito agrario que con la más elevada sensibilidad Emiliano Zapata supo transformar en lucha, en respuesta al clamor popular que imponía la tercera transformación en nuestra historia como nación”, expresó en un acto en el que no estuvo el titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López.
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En el acto, el funcionario federal evocó la memoria de Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Venustiano Carranza, Francisco Villa, entre otros personajes protagónicos de la gesta heroica que terminó con la dictadura de Porfirio Diaz.
Además, reprochó a quienes no supieron darle continuidad a los ideales de la Revolución décadas más tarde.
“Hoy, un siglo y 11 años después, como prominente hijo de la tierra de Zapata, me llena de orgullo el estar aquí en la Secretaría de Gobernación dando continuidad a esta lucha incansable a favor del bienestar de cada uno de los mexicanos en este nuevo llamado histórico que el pueblo ha lanzado enérgicamente por una cuarta transformación nacional, que de manera pacífica y por los cauces de la legalidad destierra los tropiezos y desvíos de los herederos menos dignos de la Revolución, que orquestaron por décadas en contra de su propio pueblo, pues no supieron estar a la altura de la historia y, por el contrario, sucumbieron al hechizo deslumbrante de las injusticias disfrazadas de un neoliberalismo que socializaba los costos y privatizaba los beneficios para las clases dominantes de la vida económica y política”, apuntó.
Finalmente, Salazar Solorio reconoció que no existe la democracia perfecta o conclusa “por lo que siempre será preciso renovar nuestro compromiso con las mejores causas a favor de México”.
LP