Las secretarías de Gobernación y de Salud firmaron un acuerdo para ampliar y fortalecer la capacidad de respuesta de los servicios de salud en rubros vitales como la prevención de adicciones, suicidio, violencia contra las niñas y mujeres, así como la igualdad de género.
Las autoridades buscan, mediante la creación de estrategias y capacitación de servidores públicos, reducir los niveles de ansiedad y depresión que generan actividades como la violencia de género.
El director de los Servicios de atención Psiquiátrica, Juan Manuel Quijada Gaytán, precisó que actualmente hay evidencia científica que el acoso en mujeres y grupos vulnerables genera estrés postraumático, por lo que es necesario atender dichas enfermedades desde un enfoque de salud pública.
De igual manera, Quijada Gaytán mencionó la importancia de erradicar el machismo cotidiano y replantear nuevas masculinidades para crear relaciones más sanas en los círculos familiares y profesionales.
Por su parte, la directora de Planificación Familiar del Centro Nacional de Equidad Género y Salud Reproductiva, Yolanda Varela, explicó que los temas de salud mental están muy relacionados con la demanda de atención en salud sexual y reproductiva.
Varela Chávez destacó que la violencia sexual y de género requiere nuevas formas de articulación y mayor capacidad de respuesta de las unidades de salud. “Hablamos de demandas complejas, de personas en situaciones adversas interconectadas con el abuso de sustancias, ideación suicida, violencia basada en género y sintomatología de trastornos de salud mental como ansiedad y depresión”.
Por su parte, la representante de la Comisión Nacional para prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Susana Otero, señaló que desde dicho órgano se coordina el trabajo dirigido a la prestación de servicios para atender agresiones de género.
LG