En el segundo foro del parlamento abierto sobre la reforma electoral organizado en la Cámara de Diputados, expertos en materia electoral coincidieron en que la segunda vuelta presidencial que propone el Partido Acción Nacional (PAN) no es la solución para dar mayor legitimidad al Ejecutivo Federal.
Señalaron que otros aspectos que deberían regularse, como la intervención del crimen organizado, las aportaciones en especie a campañas, los actos anticipados de campaña o la reincidencia en ilícitos electorales.
Argumentaron que, para México, la segunda vuelta en la elección presidencial que sugiere el PAN no resulta viable: es costosa, innecesaria, no garantiza mayor legitimidad al ganador, es elitista y terminaría agudizando la polarización del país, por lo que, si bien podría aprobarse, debería ser sólo como “un seguro de auto” que nadie quiere usar, pero que está disponible para casos de emergencia.
“Una especie de seguro, todos tenemos un seguro de coche que lo tenemos, pero deseamos no usarlo, es preferible que no llegue un incidente, pero ahí lo tenemos para usarlo, me parece que es bueno, e gusta la figura, pero no debe ser tan gratuita como países americanos. Chile activa demasiado fácil la segunda vuelta, desde mi punto de vista debe ser algo más bien excepcional”, dijo Arturo Ramos, profesor de Derecho Electoral.
Destacó que, en la más reciente elección presidencial mexicana en 2018, Andrés Manuel López Obrador obtuvo el 53 por ciento de la votación, por lo que habría sido innecesaria una segunda vuelta, que podría aplicarse sólo en casos en los que haya menos de cinco puntos de diferencia, que sí muestre una variación de tendencias.
Javier Rosiles Salas, coordinador Laboratorio Electoral de Michoacán, agregó que si el PAN propone la segunda vuelta y no Morena, es porque en el 2024 sería la única vía con la que la oposición podría imponerse a la fuerza del partido en el gobierno.
“No está contemplada en la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque no es conveniente para un partido que tiene las condiciones que tiene en este momento Morena. Si yo fuera asesor del PRI o del PAN sí lo propondría, es un mecanismo que podría hacer que los grupos opositores ganaran la elección, sería quizá el único mecanismo con el que la oposición podría ganarle a Morena en 2024” dijo Salas.
“Estoy en contra de la segunda vuelta aplicada a México, no creo que se tengan las condiciones necesarias, es un gasto innecesario y la gente a lo mejor ya no quiera participar en una segunda elección, no participan en la medidaa que quisiéramos y hacer un llamado a una segunda vuelta implicaría un riesgo” puntualizó Rosiles.
Sin embargo, puso ejemplos claros de cómo la segunda vuelta en Latinoamérica no ha resultado ser el método para legitimar triunfos, como en Perú, donde Pedro Castillo resultó ganador en la primera y segunda votación, pero apenas a un año del inicio de su gobierno ya enfrenta un proceso de destitución. O en Ecuador, donde la primera vuelta dio el triunfo a la izquierda con el 32 por ciento de la votación y cayó en la segunda jornada.
Jaime Cárdenas, ex consejero electoral del Instituto Federal Electoral, coincidió en la segunda vuelta en México no es viable, sobre todo porque terminaría colocando sólo a dos grandes sectores públicos disputándose el poder, cuando la democracia mexicana es mucho más plural.
“No ahora, sino desde hace décadas Acción Nacional ha insistido en la introducción de esta figura, pero yo no estoy de acuerdo porque no garantiza el pluralismo político, el voto libre y auténtico por su carácter artificial y porque se entiende al sistema político en clase representativa o más bien elitista, no es compatible con la democracia directa o comunitaria y creo que hay que tomar en cuenta el tema del costo.
“Hay que entender que para que funcionara la segunda vuelta en México el voto tendría que ser obligatorio, no mantenerlo como ahora, como prerrogativa y habría que pensar que no se aplica sólo para el Presidente de la República, sino también para el Congreso, para las dos cámaras” enfatizó Cárdenas.
Y coincidió con Jorge Aljovín Navarro, consultor y observador electoral, que más allá de la segunda vuelta, si el objetivo de la reforma electoral es reforzar la legitimidad del proceso presidencial, lo que se debe hacer es centrarse en reformar la democracia directa y comunitaria, la colaboración entre autoridades.
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Cambios, necesarios con o sin reforma
Los expertos que participaron en este segundo foro de parlamento abierto coincidieron en urgencias que han venido reforzando los más recientes procesos electorales, como el garantizar que el INE cuente con la colaboración obligatoria de áreas como la Unidad de Inteligencia Financiera o la Fiscalía General de la República y, sobre todo, revisar el origen del financiamiento privado y endurecer sanciones que ayuden a prevenir los ilícitos electorales.
“Cada vez que pasamos por las carreteras de este país vemos portadas de los candidatos promocionándose de manera anticipada, debemos discutir una mejor fiscalización, regular los recursos de procedencia ilícita y percepción ciudadana de democracia cara que tenemos que hacer más con menos, creo que ese es el mensaje que debemos tener de modo”, agregó Aljovín Navarro.
Arturo Ramos señaló, en este sentido, que se debería verificar el tema de libertad de expresión y quizá flexibilizarlo para quienes aspiran a cargos públicos, lo que, a su vez, aligeraría la carga de los tribunales.
“Hay una tensión que la propia Constitución lo manifiesta con la equidad en la contienda, que a veces hace tensionar y la justicia electoral se la pasa resolvieron procesos especiales sancionadores donde si un servidor público dijo tal cosa y eso ya es anticiparse.
“Creo que cambiar un poco el esquema, liberalizarlo y establecer principios y reglas claras, que si se utilizan recursos públicos sí se estaría violando la equidad electoral, pero tal vez opinar bajo determinadas condiciones que no generen un aprovechamiento creo que sí debemos de ir a esos aspectos y son problemas que provienen de nuestra propia experiencia nacional en procesos electorales” finalizó.
Añadió que ante la constante reincidencia en ilícitos electores debería cambiarse el esquema de sólo aplicar multas económicas a los partidos políticos, que poco evita que vuelvan a cometer estas violaciones legales.
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“Tal vez la silla vacía, entiendo que hay polémica y habría que discutirla, pero es en todo caso que la sanción no sea económica, sino que eventualmente puedan perder curules, ahí le podría doler mucho al partido político y tal vez evitar las irregularidades o tratar de evitarlas”, señaló.
Los expertos coincidieron en que si la reforma electoral no se aprueba, sí podría haber reformas a la legislación secundaria que analice estos casos y otras preocupaciones, como la inacción del legislativo en temas de acciones afirmativas, simplificar los medios de impugnación, la determinación cualitativa y cuantitativa en la nulidad de elecciones y el financiamiento privado para cerrarle la puerta a las aportaciones en especie e imponer sólo transferencias bancarias que permitan rastrear el dinero.
EABZ