La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Kenia López, respaldó la construcción de una base de datos compartida con Estados Unidos para detectar delincuentes con base en su ADN, al subrayar que el uso de la tecnología para enfrentar al crimen es positivo.
Sin embargo, si México va a utilizar esa información se deberá reglamentar su uso en protocolos de aplicación que se puedan medir para garantizar que no se violen derechos humanos, aun cando se trate de delincuentes como coyotes o tratantes de personas.
"La construcción de dos bases de datos por parte del gobierno de Estados Unidos, con el ADN de delincuentes vinculados a casos de trata de personas o polleros, es una manera útil de servirse de la tecnología para enfrentar a esas bandas internacionales", dijo la legisladora.
Agregó que el esfuerzo tecnológico que se haga parece absolutamente loable, pero es necesario hacer que esa información genética ayude no solo a estos temas, sino a otros que son muy lacerantes para nuestro país como el tráfico de armas, que se vuelve un punto nodal entre Estados Unidos y México.
Hizo notar que el gobierno mexicano está obligado a normar el uso de esa información compartida, para evitar que se violen derechos humanos y planteó que deben emitirse protocolos.
Recordó que además tanto la Fiscalía General de la República (FGR), como la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), deberán entregar en las próximas semanas sus primeros informes al Senado tras las reformas que facilitaron la creación de la Guardia Nacional y de la propia fiscalía, en donde deberán informar como se utilizarán esos datos y si México los ha aceptado.
“Que se respeten los derechos humanos y ahora sí que la técnica esté al servicio de la justicia, pero apegada a los derechos de las personas”, instó la senadora del PAN.
ledz