El senador priista Jorge Carlos Ramírez Marín aseguró que la minuta que votará el pleno en unos minutos “quedará redondeada” y da una oportunidad al Congreso de tomar el control de la estrategia de seguridad y que su voto a favor depende de si se aceptan esos cambios.
“No puedo cuestionar la desconfianza de la sociedad, es lógico ¿No? Si alguien cambia de opinión ‘se quebró’ o más bien ‘lo quebraron’ si alguien propone algo ‘Ah, está en contubernio con el gobierno ¿No? Es lógico que la sociedad piense así, pero lo que cuenta son los resultados”, expresó en entrevista con Samuel Cuervo en MILENIO Televisión.
A unos minutos del inicio de la sesión en el Senado, a pregunta expresa sobre su respaldo a la iniciativa impulsada en esa Cámara por el bloque oficialista, el priista Ramírez Marín dijo que su voto dependerá de qué tanto fueron incorporados los cambios que él planteó.
Detalló que su postura consiste en que no debe cancelarse el litigio contra la incorporación de la Guardia Nacional al Ejército, que actualmente está en la Suprema Corte, vía una acción de inconstitucionalidad y que en una eventual aprobación de las cosas buenas de la minuta de la Cámara de Diputados “no signifique que aceptamos que la Guardia Nacional quede militarizada”.
Y en segundo lugar, el compromiso del gobierno federal para dotar de presupuesto suficiente a las corporaciones locales de seguridad, que el oficialismo sostiene que debe aprobarse para 2024, aunque él plantea al igual que el perredista Miguel Ángel Mancera, debe empezar desde el año próximo.
Interrogado sobre la garantía que tiene de que el gobierno cumpla con los compromisos a cambio de su voto a favor de la minuta, el priista yucateco afirmó que se trata de un acuerdo de buena fe.
“Y el gobierno federal quedaría muy mal. Alguien me dirá: ‘una vez más porque ya lo ha engañado otras veces’. Es verdad, pero precisamente el gobierno está llevando esta votación ahora porque no quiere que se de en el marco electoral. Mientras más cerca estén las elecciones, más será el riesgo de que el gobierno se vea amenazado en términos electorales. Y eso desafortunadamente suele ser lo que más le importa a los gobiernos".
“Así es que no se va arriesgar a incumplir un compromiso de esta naturaleza tres meses antes de la jornada electoral que les podría quitar el gobierno en caso de incumplimiento. Ya el fracaso de la estrategia de seguridad anuncia la decepción en buena parte de la población, pero sí además después de haberle dado esta oportunidad todavía así engañar a la sociedad y no correspondiera, yo creo que sería un golpe mortal para sus aspiraciones de conservar el gobierno”, expresó.
LG