Un hombre y su esposa, ex funcionarios del Instituto Registral y Catastral, recibieron sentencia de tres años de prisión por desvío de recursos en esa dependencia y se ordenó la reparación del daño por un monto de tres millones 553 mil pesos.
Ayer, el gobernador Samuel García Sepúlveda expresó que, a través de la Secretaría de Finanzas y Tesorería General del estado, buscarán recuperar los recursos desviados.
"Hoy pedí a Tesorería que fueran a recuperar el dinero robado, que asciende como a tres millones y medio de pesos. Entonces, desde el primer día, sin miramientos y tapujos, donde haya corrupción, los vamos ir a meter al bote, y no solo eso: recuperar lo robado", dijo el mandatario.
Samuel García adelantó que todo aquel funcionario que cometa alguna irregularidad será llamado a cuentas por la vía legal.
"Se le ordena la reparación del daño que asciende a tres millones 553 mil pesos.
Yo con esto le he pedido la Tesorería que vayan por el dinero y que se repare el recurso", indicó el gobernador.
La pareja de ex funcionarios que reveló el gobernador Samuel García se trata del ex coordinador de Administración, Carlos Alberto "R", y su esposa, Jeanette Margarita, quienes dejaron de trabajar hace cuatro años en el Instituto Registral y Catastral de Nuevo León, al descubrirse este caso.
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El ex coordinador de Administración desvió recursos de la nómina y sueldos del IRyC y llegaron a manos de su esposa, Jeanette Margarita, quien también era empleada por honorarios.
Carlos Alberto "R" fue acusado y vinculado a proceso por delitos contra el patrimonio del estado y peculado el 5 de junio de 2019, pero no quedó detenido.
El 24 de septiembre de 2020, MILENIO publicó que el caso de Carlos Alberto "R" fue llevado ante la Fiscalía Anticorrupción de Nuevo León.
Tanto Carlos Alberto, como su pareja, ex funcionarios de la administración de Jaime Rodríguez Calderón, fueron condenados a tres años de prisión el 2 de octubre.
El ex funcionario le pagó a su esposa durante cuatro años sin que ella se presentara a desempeñar sus funciones, manipulando el sistema.
Los pagos eran dirigidos a una segunda cuenta bancaria de su esposa, para después ser redireccionados a la cuenta del acusado.
Con esta maniobra desvió más de un millón de pesos, aunque el total por el que se les condenó el pasado 2 de octubre y que deberán resarcir asciende a los 3 millones 553 mil pesos.