Por segundo año consecutivo, el ciclo escolar 2021-2022 no prevé ningún estudiante reprobado debido a la pandemia de covid-19, pues la Secretaría de Educación Pública (SEP) instruyó que no podrá darse una calificación menor a seis a los estudiantes de educación primaria y secundaria.
Esta tarde fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el Acuerdo 11/06/22 por el que se regulan las acciones específicas y extraordinarias para la conclusión del ciclo escolar 2021-2022, y el inicio del ciclo escolar 2022-2023.
El documento señala que el registro de calificaciones finales para el ciclo escolar 2021-2022 tomará en cuenta los logros de los aprendizajes y considerará los niveles de comunicación y participación en las actividades señaladas por los docentes.
Los padres de familia o tutores podrán apoyar en la demostración de las actividades desarrolladas por sus hijos durante el periodo de evaluación como parte del acompañamiento realizado.
“En todos los casos en que se asiente una calificación numérica en la boleta de evaluación de las y los estudiantes de educación primaria y secundaria, la calificación que deberá registrarse no podrá ser inferior a seis”, indica el acuerdo.
Para garantizar el tránsito de los estudiantes al siguiente nivel educativo, el acuerdo permite la implementación de procesos de regularización y evaluación general de conocimientos.
No obstante, traslada la responsabilidad a las entidades y los docentes.
“Se exhorta a las autoridades educativas de las 32 entidades del país, docentes, madres y padres de familia o tutores, y demás integrantes del sistema, a facilitar la reincorporación de los estudiantes al servicio educativo y a generar condiciones para prevenir y atender el abandono escolar”, expone el acuerdo.
Además, indica los elementos a considerar por docentes frente a grupo y/o titulares de asignatura para la evaluación de aprendizajes, con base en el plan y programas de estudio vigentes; el desempeño de estudiantes en periodos de evaluación; los resultados de las valoraciones diagnósticas, y la realización de trabajos y actividades académicas que demuestren los saberes adquiridos.
Se establece un periodo extraordinario de recuperación desde el inicio del ciclo escolar 2022-2023 hasta el término del primer periodo de evaluación.
A partir de los resultados obtenidos en las valoraciones diagnósticas se diseñará un plan de atención de aprendizajes prioritarios elaborado bajo el esquema de nivelación por grado escolar y/o asignatura, según el nivel de que se trate.
“El plan de atención de aprendizajes prioritarios se aplicará a todas y todos los estudiantes sin excepción, dando prioridad a aquellos con niveles de comunicación y participación intermitente y comunicación prácticamente inexistente en el ciclo escolar 2021-2022”, agrega el documento.
Para asegurar la reincorporación de las y los estudiantes que se encuentran con estatus de baja en el sistema de control escolar se aplicarán las Normas específicas de control escolar relativas a la inscripción, reinscripción, acreditación, promoción, regularización y certificación en la educación básica.
La inscripción y reinscripción de los estudiantes se realizará de manera inmediata al nivel que corresponda, ya sea presencialmente o en línea, con el fin de garantizar su ingreso al servicio educativo para el ciclo escolar 2022-2023. Para ello, se realizará un intercambio de información entre las áreas de control escolar de las autoridades educativas locales.
Especialistas y docentes rechazan acuerdo
El acuerdo publicado por la SEP no ofrece ninguna solución real para atender la problemática del abandono escolar y el rezago en aprendizajes, advirtió Marco A. Fernández, investigador de México Evalúa y la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey.
Aseguró que la autoridad educativa sigue siendo omisa en realizar una evaluación diagnóstica para conocer en dónde están los niños y jóvenes en términos de aprendizajes y establecer el plan de compensación y tutorías que necesitarán para el próximo ciclo escolar.
Además, dijo, deja en los estados y los docentes la responsabilidad de trazar las evaluaciones de aprendizajes.
“Una vez más, le avienta la responsabilidad de evaluación diagnóstica a los estados y a los docentes.“Si bien se dice que reprobar aumenta la probabilidad de abandono de los chicos, la autoridad no asume su responsabilidad y dice: 'te instruyo a que tienes que jugar el juego de la simulación y pasarlo, sin saber a qué se va a enfrentar el maestro en el siguiente grado'. Es una irresponsabilidad mayúscula, no se atiende de manera seria el abandono, no se aprovechó extender el calendario escolar, y ahora se pretende pilotear un nuevo plan de estudios mientras traemos problemas serios de aprendizaje. El acuerdo retrata a una autoridad negligente”, manifestó.
Francisco Bravo, maestro de primaria Leonardo Bravo, en la Ciudad de México , criticó el acuerdo al considerar que se tratan medidas unidireccionales que no consideran la realidad que debe enfrentar el magisterio.
“Son medidas que imponen de manera unidireccional, no consideran nuestro punto de vista como maestros. No es que queramos reprobar a todo mundo, pero me parece que se manda un mensaje equivocado a aquellos estudiantes y padres de familia que hicieron un esfuerzo por mantenerse y cumplir con el ciclo escolar pese a la adversidad frente a aquellos que no lo hicieron y entonces todos podrán pasar.“Además, aunque son un menor porcentaje, no todos los estudiantes van a cumplir con las bases para poder pasar al siguiente grado escolar, me parece que debería haber un acompañamiento de planeación desde las autoridades educativas.
¿Dónde está MEJOREDU para diseñar la ruta de las evaluaciones de aprendizajes?, los maestros necesitaríamos analizar caso por caso para hacer valoraciones”, manifestó.
Lamentó la planeación de la SEP, debido a que desde el 17 de junio se abrió la plataforma para registrar calificaciones, pero a tres días del cierre de ésta, (cierra el 1 de julio), los maestros reciben instrucciones de la autoridad educativa.
Pedro Hernández, maestro de primaria en la Ciudad de México, lamentó que no hay ninguna modificación entre el acuerdo del año pasado y el de este que refleje las particularidades de las clases en medio de la pandemia de covid-19.
“El año pasado todavía había clases a distancia, en esta ocasión no, las dinámicas eran distintas y aún así las disposiciones siguen siendo las mismas, es una copia”, dijo el también dirigente de la sección 9 de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE).
JLMR