Luego de recibir su constancia de mayoría el pasado jueves, el morenista Adolfo Cerqueda Rebollo se dice listo para gobernar el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl.
El alcalde electo, abiertamente gay, detalla a MILENIO que, aunque nunca utilizó la bandera de la diversidad como recurso para ganar la contienda electoral, se siente agradecido por el cariño que le ha brindado la comunidad LGBT+ tras su victoria.
Eres el primer alcalde abiertamente gay de Neza, ¿qué responsabilidad significa eso?
Si te hablo desde el ser cívico, puedo asumir que es una responsabilidad muy grande. Mi campaña nunca estuvo acompañada de esa bandera, porque lo que hoy debemos ir mitigando como seres humanos son los juicios y prejuicios que se generan a través de la etiqueta, por lo que hoy nos toca enfrentar eso. Nunca he negado nada sobre mi estilo de vida, pero no fue el factor determinante para que yo quedara; estoy aquí gracias a los resultados de mi trabajo.
¿Por qué Edomex va atrasado en temas de la agenda LGBT+?
Creo que es una labor de voluntades políticas, hay muchos intereses de fondo. Estado de México es un lugar que tiene que dar pasos grandes y precisos para el reconocimiento de derechos de la comunidad LGBT+, también de la mujer, quien es discriminada por el hecho de ser mujer, y claro, igual de las personas con discapacidad.
¿Qué provoca que los derechos de esos sectores se vean ignorados?
Lo diré como lo siento: existen personas con falta de conciencia; hoy en día, tenemos que reconocer que (todos) somos seres humanos, en mi caso que soy un hombre pleno, trabajador, profesionista y papá, no voy buscando una etiqueta, nos tenemos que reconocer tal y como somos. Por lo que hoy, los que legislen en materia de derechos humanos en Edomex tendrán un gran trabajo para defenderlos.
¿Cómo te apapachó la diversidad sexual?
En general me cobijó muy bien, pero hubo otro sector de ella que no tuvo “nivel de conciencia” y vinieron muchos ataques, por lo que hoy tenemos que estar dispuestos a arriesgarnos a abanderar, apoyar y a sumar, porque odio es algo que ya no necesitamos en nuestro país. Bastante tenemos ya con prejuicios externos que tenemos que ir librando para llegar adonde estamos.
¿Hacen daño?
Que nuestra bandera sea nuestra profesión, pasión y trabajo. No podemos ir poniéndonos el pie e irnos atacando.
¿Es difícil ejercer la política siendo LGBT+?
Sí, sí tiene su grado de complejidad, pero con ese mismo grado hay que ir combatiendo con los propios compañeros, que tienen que entender que hay personas que hacemos lo que otra persona sabe hacer.
¿Cómo te fue a ti durante este periodo electoral?
Puedo decir que he hecho un buen trabajo, y una de mis fórmulas para sentirme seguro fue que mi equipo me cobijó para poder presentar este maravilloso proyecto en el que ahora estamos.
¿Tuviste miedo?
No, no tenía miedo, sino expectativa. Soy una persona muy aventada y que sabe asumir muchos riesgos en su vida; siempre digo que tenemos que aventar la piedra más lejos para avanzar más allá.
¿Te crees ahora el puesto en el que estás?
Yo no siento una diferencia en el antes y el ahora, yo sigo sintiendo igual, obvio ahora con más responsabilidades, pero me siento exactamente igual. Debemos estar a la altura de las circunstancias, porque a una persona que recibe un título como el de “alcalde” o “presidente municipal” se le mueve desde el ego, yo estoy más allá de eso.
Pero ya eres alcalde…
Sí, lo soy, pero me gusta que me llamen por mi nombre. Me incomoda cuando me dicen “hola, presidente municipal”, a mí díganme Adolfo y con eso me basta.
¿Cómo percibes ahora mismo la situación del municipio que gobernarás?
Yo considero que sí hay avances; sin embargo, aún falta mucho. Existen rezagos pero no de ahorita, sino desde hace décadas y que hoy tenemos que empezar a resolver de manera inmediata. No habrá recurso que nos alcance, pero tenemos que marcar hoy la diferencia.
¿Cuáles son esos rezagos?
Por ejemplo, el tema de seguridad pública; en 2016, según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, estábamos en el número 10 en percepción de inseguridad; bien, pues ahora en marzo de este año llegamos al lugar 33, eso no quiere decir que estamos de maravilla. Tenemos que reforzar a nuestras autoridades, ampliar más cuadrantes y generar una dinámica en la policía para capacitarlos en derechos humanos.