La organización Transparencia Mexicana y la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SESNA) informaron que trabajan en el diseño de un algoritmo que permita identificar riesgos de corrupción que afecten a personas en situación de pobreza o de alta vulnerabilidad social.
La herramienta en proceso de creación identificará, en un primer momento, los focos rojos en el reparto de recursos económicos de programas sociales y en los procesos de contrataciones públicas.
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En un comunicado conjunto, las instituciones detallaron que se trata de un algoritmo que redefine los modelos de riesgo de corrupción, ya que pone al centro a las personas, grupos, comunidades y poblaciones en condiciones vulnerables.
Roberto Moreno, secretario técnico de la SESNA, explicó que “la nueva solución tecnológica aprovecha al máximo el trabajo realizado en los últimos años por este secretariado y permitirá priorizar las acciones anticorrupción en beneficio de la población más vulnerable”.
Aseguró que la SESNA cuenta ya con amplios datos, conocimiento y herramientas para identificar riesgos de corrupción, por lo que el nuevo algoritmo los potenciará. El algoritmo está siendo diseñado por expertos y expertas mexicanas, recoge las mejores prácticas internacionales y supone un cambio de paradigma en la forma en que se identifican riesgos de corrupción en el país, afirmó Herrera.
Eduardo Bohórquez, director ejecutivo de Transparencia Mexicana, comentó que por años se ha puesto la atención de las organizaciones e instituciones anticorrupción en la desviación respecto al cumplimiento de la norma, pero eso cambiará con el nuevo diseño.
“El nuevo algoritmo pone el foco en el daño causado a personas y comunidades”, afirmó.
La SESNA y Transparencia Mexicana buscan que la nueva tecnología, que podría incorporar muy pronto modelos predictivos, trascienda sus virtudes tecnológicas, contribuyendo a que las intervenciones anticorrupción sirvan a la cohesión social y a la reducción de desigualdades, añadió Bohórquez.
“La tecnología anticorrupción debe servir a las personas, especialmente a las más vulnerables”, coincidieron ambas instituciones.
ABR