Entre diciembre de 2018 y enero de este año, el sistema de emergencia del 911 recibió 2 millones 198 mil 202 llamadas por violencia familiar; es decir, mil 952 por día, refirió la organización Causa en Común.
Asimismo, datos recabados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revelaron que desde que inició el sexenio, se cometieron 8 mil 540 asesinatos de mujeres, de los cuales 3 mil 129 fueron clasificados como feminicidio.
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La organización aseveró que los números oficiales dados a conocer durante el foro “Violencia familiar y feminicidio en México” no sólo son alarmantes, sino que representan únicamente una fracción de los casos que en realidad suceden.
La abogada feminista, Ana Fátima López, afirmó que los eventos no se registran como se debe, pues miles de mujeres no tienen intérpretes o se encuentran en los municipios más abandonados del país, y, por ende, “las estamos dejando sin voz y fuera de las cifras nacionales”.
En tanto, el trabajo de Causa en Común “Galería del horror: atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios periodísticos”, reveló que de enero 2020 a febrero de este año, se registraron en medios de comunicación al menos 782 lamentables casos de mujeres asesinadas con crueldad extrema.
Al respecto, María de la Luz Estrada, fundadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, abundó que “a las autoridades les es difícil reconocer que las políticas de atención, prevención y sanción de los feminicidios son deficientes en todos los niveles de gobierno. Por ello, este tema sigue siendo un desafío, las políticas públicas no están impactando y los datos son alarmantes”.
La coordinadora del área legal en Equis Justicia para las Mujeres AC, Flor Montes de Oca, consideró importante impulsar en México las reformas legales y la promoción de “órdenes de protección” para mujeres y niñas frente a la violencia de género.
Enfatizó que este mecanismo representa un derecho vital para garantizar una vida libre de violencia a mujeres y niñas, una vía segura para prevenir agresiones, o bien, resguardarlas frente a la violencia.