Claudia Sheinbaum, el “sueño” de AMLO de una sucesión histórica

En una entrevista con MILENIO durante 2018, López Obrador reveló que su sueño sería entregar la banda presidencial a la primera mujer presidenta.

AMLO soñó con entregar la banda presidencial a una mujer. | Diseño: Óscar Ávila
José Antonio Belmont y Jannet López Ponce
Ciudad de México /

Al ponerle la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador cumplirá su último sueño en el poder: dejar al país en manos de una mujer, de la primera presidenta de México.

Claudia Sheinbaum no conocía este sueño de sucesión que este martes se verá concretado, pero, al saberlo, una sonrisa dijo más que sus palabras.

Éste, que era uno de los pocos anhelos políticos que López Obrador se guardaba para él, lo compartió en el ocaso de su tercera y última campaña presidencial en una sala del Aeropuerto Internacional de Guadalajara, en espera de abordar un avión con retraso en su salida.

Aunque fuera por unos segundos y siempre que las fotografías y saludos de sus simpatizantes lo permitieran, por aquellos días de 2018 todavía se podía platicar con el entonces candidato presidencial de Morena y los partidos del Trabajo y Encuentro Social, quien contó este sueño de sucesión a un reducido grupo de reporteros que seguimos su campaña y con quienes compartió, entre cientos de mítines, vuelos y que restaurantes.

Esa noche, MILENIO le preguntó a López Obrador cuál sería uno de sus sueños personales si ganara la Presidencia, uno que no hubiera contado hasta entonces: “tienen que ver con las mujeres”, inició la confesión para, enseguida, completarla: “Nombrar a la primera secretaria de Gobernación y entregar la banda presidencial a la primera mujer presidenta”. Ese también sería un sello de la transformación en el país.

Aquella intimidad política López Obrador la contó sonriente, como fue en gran parte de esa campaña presidencial, quizá a sabiendas de que, si bien todavía no tenía rostro ni nombre su sueño, era el gran favorito para ganar aquella elección con una amplía diferencia que mostraban las encuestas y que después se concretó en las urnas sobre el panista Ricardo Anaya, el priista José Antonio Meade, y ni qué decir del independiente Jaime Rodríguez, El Bronco.

El primer paso, estaba dado. El segundo fue el 1 de diciembre de 2018 cuando cumplió la primera parte de su sueño político, al designar a Olga Sánchez Cordero, ministra en retiro de la Suprema Corte como titular de la Secretaría de Gobernación, la primera mujer al frente del Palacio de Cobián.

La otra parte del sueño, el de una sucesión femenina e histórica, aún no era claro: no tenía rostro ni nombre, por entonces Claudia Sheinbaum todavía no era la favorita, había declinado a ser la coordinadora de campaña presidencial de López Obrador para luchar por la candidatura de Morena para Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, la cual a la postre ganó.

Tuvieron que pasar más de cinco años para que se diera un paso más de ese sueño de sucesión, quizá el más ansiado por López Obrador, pero con ese paso comenzó a aclararse la silueta en la forma de Claudia Sheinbaum, quien el miércoles 6 de septiembre de 2023 ganó las cinco encuestas que se levantaron en el proceso interno de Morena para definir, lo que en los hechos fue la candidatura presidencial de la cuarta transformación.

Ya en la última parte de su campaña presidencial, el domingo 31 de marzo, Claudia Sheinbaum conoció la anécdota del entonces candidato López Obrador en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara y, sobre todo, su sueño de sucesión.

“¿En serio?”, preguntó tras escuchar la historia, la cual, más que con palabras, Sheinbaum Pardo respondió con asombro, abrió los ojos de más como cuando sonríe diferente, una expresión que no siempre hay en su rostro, par enseguida volver a su teléfono y buscar una fotografía que considera especial con el propio Andrés Manuel, a petición de MILENIO como parte de una entrevista realizada ese día en el trayecto de Izúcar de Matamoros, Puebla, a Cuernavaca, Morelos, en la camioneta que era utilizada para trasladarse por carretera durante este proceso electoral.

El cuarto paso para que se cumpliera el sueño de sucesión se cumplió el 2 de junio de este año, cuando la entonces abanderada presidencial de Morena, PT y Verde ganó la elección con casi 36 millones de votos, la mayor cantidad de sufragios que recibió una candidatura presidencial en la historia de México.

Un par de semanas después, López Obrador y Sheinbaum Pardo comenzaron una gira conjunta por todo el país en la que el hoy presidente destacó la felicidad que tenía por su sucesora, enlistando las virtudes de la primera mujer que encabezará el Ejecutivo, incluyendo su grado académico.

“Lo mejor que pudo pasarle a México”, sostiene López Obrador.

Este martes, el Palacio Legislativo de San Lázaro será el escenario del último paso, por el cual Claudia Sheinbaum hará realidad el sueño político, quizá el más íntimo de López Obrador.



IOGE 


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