El juego de las sillas sigue en la 4T. Mientras los gobernadores subieron al nivel del gabinete y la presidenta Claudia Sheinbaum, quienes siguen en racha son Adán Augusto López Hernández, Alejandro Esquer y Andrés Manuel López Beltrán quienes regresaron a la primera fila tras nueve meses rezagados.
Quien se mantuvo al fondo fue el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, junto con el vicepresidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Sergio Gutiérrez Luna, y no fueron requeridos ni la antesala del evento, ni mucho menos en los lugares de honor.
Esta vez no hubo corralito ni sexta fila que evitaran que la Presidenta siquiera cruzara miradas con quienes en marzo de 2025 estaban ocupados tomándose una foto, sin percatarse que ella iba a su encuentro, dándole la espalda.
Sheinbaum llega al Zócalo
La mandataria salió de Palacio Nacional y, durante casi media hora, saludó a los privilegiados asistentes que se encontraban pegados a las vallas instaladas, para después subir al templete y dar su mensaje a las 600 mil almas que abarrotaron la Plaza de la Constitución desde las primeras horas del sábado.
Después abrazó a cada uno de los gobernadores presentes y bajó la escalera para entrar por la Puerta de Honor, pero antes se detuvo para saludar a más asistentes. Paciente, Adán Augusto miraba los apapachos en la segunda fila de un bloque de sillas instaladas en el pasillo frente al templete, adelante de las vallas.
La presidenta Sheinbaum le tendió la mano, que el tabasqueño estrechó, al igual que quien se encontraba a su diestra, también protagonista de la multicitada fotografía en el primer mitin de Sheinbaum: el senador del Verde, Manuel Velasco, también acompañado de su compañero Carlos Puente.
En la primera fila Andrés Manuel López Beltrán fue incluso abrazado por la Presidenta, luego del cálido saludo a la dirigenta del partido, Luisa María Alcalde.
Ya entonces la mandataria había saludado fraternalmente a Alejandro Esquer, quien se encontraba también en el bloque VIP, donde se hallaban la madre y el esposo de Sheinbaum, Annie Pardo y Jesús María Tarriba.
Otros invitados que fueron relegados fueron Tatiana Clouthier, Santiago Nieto y César Yáñez, que quedaron en un tercer bloque, muy lejos del templete principal.
SNTE, en las primeras filas, rezagando a morenistas
Media hora antes del inicio del evento, a las 10:30 horas, la presidenta Sheinbaum salió de Palacio Nacional para saludar a los presentes, por lo que personal de logística se apuró a mover contingentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para ocupar las primeras filas, quedando mejor posicionados que Clouthier, Nieto y Yáñez.
En la desesperación por llenar los lugares vacíos y que no se notara en los tiros de cámara, pero, sobre todo, que la mandataria no se percatara, se colaron hasta turistas que, en short y mochila al hombro, contrastaban con el guinda de los legisladores.
Mientras la Presidenta saludaba a sus seguidores, gobernadores, gabinete y funcionarios de Morena salieron también de Palacio Nacional.
A diferencia de los mensajes con motivo de su año de gobierno y por su informe de actividades, esta vez los López, Hernández y Beltrán estaban más sonrientes, más asediados y hasta más privilegiados.
Dicha actitud ha mantenido Adán Augusto desde hace un par de semanas tras la salida de Alejandro Gertz de la Fiscalía General de la República, por lo que operó la llegada de Ernestina Godoy. Se mantiene en racha.
Andrés López Beltrán volvió a ser el centro de atención de los gobernadores que le pedían selfie tras selfie. Mientras avanzaba la comitiva de mandatarios y funcionarios al templete, los López llegaron como rockstars hasta sus lugares, saludando a todo mundo, mientras Monreal y Gutiérrez Luna veían la escena hasta el fondo.
El evento fue relajado para algunos miembros del presidium, como el gobernador de Baja California Sur, Víctor Cossío, quien, a pesar de los 20 grados portaba una sudadera guinda; quien sí cedió al calor fue su par de Tamaulipas, Américo Villarreal, quien decidió quitarse su maravillosa cuera tamaulipeca café.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, optó por una chamarra azul con gris del tipo colegial, dejando de lado los colores de Morena.
El secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, se apersonó en este evento, a diferencia de otros actos de Estado que ha dirigido la Presidenta desde el Zócalo, por lo que gobernadoras y funcionarios aprovecharon para tomarse una foto con él y guardar el momento.
La mandataria abrió sus 60 minutos de discurso presumiendo músculo y poder de convocatoria, al afirmar que había 600 mil presentes en la conmemoración por los siete años de gobiernos de Morena.
Mientras avanzaba, el diputado Sergio Mayer estaba más atento a tomarse una foto con la Presidenta de fondo.
En algún momento abandonó su lugar y se dirigió a la salida donde se topó con la presidenta municipal de Tepic, Geraldine Ponce, quien tampoco pasó un momento sentada por la gran cantidad de fotos que le pedían y se tomaba para presumir su presencia.
Durante las menciones a las reformas legislativas hechas en siete años, Monreal se ponía de pie para aplaudir y arengar, sin que nadie lo invitara a las primeras filas.
Sin mayores sobresaltos y con un Zócalo repleto, Morena festejó sus siete años de gobierno con regresos a los primeros lugares y otros que ya no encuentran espacio.
EHR