Sistema de educación en México sufrió inequidades debido a la pandemia: OCDE

El confinamiento y la enfermedad exacerbó las inequidades ya existentes en el sistema educativo.

La pandemia provocó retrasos y deserción en el sistema mexicano. | Pixabay
Silvia Arellano
Ciudad de México /

El sistema de educación en México tuvo un impacto muy serio debido a la pandemia de covid-19, lo que exacerbó inequidades existentes, “por lo que es una brecha que se tiene que cerrar”, dijo Mathias Cormann, secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

“El sistema de educación de México tuvo un impacto muy serio por la pandemia y esto exacerbó inequidades ya existentes. Inclusive, antes de la pandemia, la brecha entre los estudiantes de alto y bajo nivel en México era equivalente a cuatro años de escolaridad.

“Ampliar el acceso a una educación para el niño más temprana, haría que fuera más equitativo el sistema educativo y ayudaría a mejorar las oportunidades para contar con hogares menos vulnerables” señaló.

Durante una reunión de trabajo con senadores, informó que en promedio en la OCDE, el 83 por ciento de los hogares cuentan con apoyo entre uno y cinco años, mientras que en el país no “y, también México tiene 25 por ciento de los estudiantes que no están involucrados en la educación en 2019 y es una brecha que se tiene que cerrar”.

El secretario general de la OCDE reconoció que el apoyo de ambas cámaras del Congreso ha sido crítico para el gran éxito de México y su adhesión a la organización en 1994.

Señaló que el Poder Legislativo facilitó reformas muy significativas para alinear la legislación de México a las políticas y prácticas de la OCDE.

“México ha sido una fuerza determinante para nuestro papel de transformación en relación con la anticorrupción, la inclusión social, con las reformas estructurales que se han llevado aquí en la región de América Latina”, señaló.

Aseguró que México tiene un potencial económico de crecimiento muy significativo, que puede mejorar y permitir mejoras superiores en los estándares de vida para sus ciudadanos.

“Ustedes han hecho exitosamente la transición de una economía que dependía del petróleo desde principios de los 90 lo que sería uno manufacturero muy significativo, en parte por muchas cadenas globales en sectores automovilístico, aeroespacial, médico, nada más por mencionar algunas”, indicó.

Su ubicación con acceso tanto al Atlántico como al Pacífico, así como a Estados Unidos como mercados y el tamaño de su propio mercado interno, sus grandes rangos de acuerdos comerciales y su gran estabilidad económica, son elementos que contribuirán a la prosperidad futura para ustedes y para los ciudadanos mexicanos”.

En su intervención, Eduardo Ramírez, presidente de la Junta de Coordinación Política, dijo que el Senado mexicano y la OCDE comparten las mismas preocupaciones y los retos, desde distintos ámbitos; “coincidimos en la idea de que los desafíos más apremiantes requieren de la cooperación internacional para enfrentarlos”.

Recordó que el origen de la OCDE, hace más de 60 años, fue organizar los recursos disponibles para la reconstrucción de Europa, “es preciso reconocer que el organismo ha pasado de ser un espacio exclusivo de los países con los ingresos más altos del mundo a ser un facilitador de la discusión de los temas que aquejan a la mayor parte de la población”.

Destacó que en estos años la mayoría de las y los senadores “coincidimos con el movimiento que está al frente del Poder Ejecutivo, al que hemos acompañado como grupo mayoritario”.

“Hemos buscado poner el interés público por encima del individual, a favor de los que menos tienen. Aprender de los casos de éxito, las lecciones de vanguardia nos ayudan a mejorar nuestra tarea en la elaboración y revisión de dictámenes y normas y, para ello, la OCDE es un aliado fundamental. Para nosotros es fundamental el acuerdo, es fundamental la retroalimentación de los temas en los que México participa en un desarrollo económico global”, comentó.

Antes, el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta, destacó que la tasa de participación laboral en México es del 48 por ciento, “las mujeres jóvenes que no estudian ni trabajan es del 33 por ciento, mientras que en la OCDE es el 15 por ciento”.

Resaltó la desigualdad en la que aún se encuentran las mujeres, quienes perciben ingresos salariales promedio menores al 23 por ciento que los hombres, “es un tema en el que México está trabajando”, de ahí que dijo que “el tema de la equidad de género debe ser central para el desarrollo del país”.


LP

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