Hasta el último segundo de sus vidas, indocumentados encerrados en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, fueron humillados.
Durante la audiencia del comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, en la que le imputaron la muerte de 40 indocumentados y 25 más heridos, la Fiscalía General de la República (FGR) dio a conocer extractos de declaraciones de sobrevivientes al incendio del pasado 27 de marzo en dicho centro de detención y que exhiben el maltrato del personal de seguridad, incluso en plena tragedia.
La entrevista ministerial de la víctima identificada como MDRT, de nacionalidad guatemalteca, reveló que, iniciado el incendio, los migrantes pidieron ayuda a los guardias de seguridad privada y al personal del INM para ser liberados y no quedar entre las llamas.
“Que si ellos (los migrantes) lo incendiaron, que se mueran”, les contestaron, según esta declaración rendida el pasado 28 de marzo, en la que también el personal de seguridad se deslindó de la tragedia.
“Que ellos no tenían la culpa del incendio”, sostuvo esta mujer migrante.
El indocumentado identificado como MAGB, en su entrevista ministerial rendida el pasado 29 de marzo, abunda en el trato, tanto del personal del INM como de la empresa de seguridad privada llamada Tank.
“Que nadie nos dijo que viniéramos a México y por eso nos pasaba esto”, declaró el migrante varón como parte de los datos de prueba en contra del comisionado del INM, acusado, por su omisión en este caso, del delito de ejercicio ilícito del servicio público.
Por sus características físicas, más de un migrante sobreviviente señaló a un guardia de seguridad “pelón” que, en lugar de ayudarlos a salir, “salió corriendo” de la estación migratoria durante el incendio ocasionado por la quema de plásticos y colchonetas de un par de venezolanos como parte de las protestas por las condiciones de este centro de detención, en particular por la falta de agua.
EHR