El prepararse para los cortes de agua y estar listos ante cualquier eventualidad le simplificó las cosas a los habitantes de los sectores centro y sur de Monterrey, así como al municipio de Santiago, donde los vecinos señalaron que ya tenían una idea de lo que podía pasar.
Adela Flores, habitante de la zona centro, dijo que desde temprano se quedaron sin el servicio, pero ya tenían agua en algunos botes.
“Ya que es la primera semana es complicado por el corte de agua, desde levantarnos más temprano para poder bañarnos, pero un día antes se juntó agua y hoy el agua se utilizó para lo más indispensable, es cuestión de no gastar de más”.
Por otra parte, comerciantes aseguran que el restringir el suministro de agua potable ha provocado pérdidas económicas.
María de Lourdes Herrera, quien es propietaria de una estética y barbería en la colonia Villa Florida, contó a la plataforma MILENIO-Multimedios que la falta de agua la obligó a cancelar citas que ya tenía pactadas.
“Cuando les hago rayos, uso el decolorante y tengo que enjuagar muy bien para que no queden restos y les vaya a hacer daño en su cabello. Entonces tuve que cancelar, porque con ese chorrito de agua no me alcanza”.
A pesar de que ella se preparó con dos tinas de 20 litros de agua, ese líquido solo lo utilizó para mantener limpio el baño, hacer el aseo en el establecimiento y lavarse las manos.
Por otro lado, aunque se sabe que la gente necesitan los botes para almacenar agua, los vendedores reconocen que los regios están afectados económicamente.
Ricardo Rojas, encargado de artículos para el hogar La Regia, ubicado sobre la avenida Juárez, dijo que ellos venden botes de 40, 80 y 100 litros, pero que la gente casi no está acudiendo a comprarlos.
"La venta ha estado un poco floja, porque aunque se necesiten los botes la gente no está bien económicamente", señaló.
Locatarios del mercado Juárez explicaron que hasta el momento no se han visto afectados, pues el lugar cuenta con una cisterna, pero saben que de no tenerla habrían tenido que cerrar.
Así, locatarios de zonas comerciales y vecinos tratan de habituarse al programa Agua para todos, mientras se enfrentan a cortes no programados y a modificaciones en sus actividades diarias.