Así lucía el subcomandante Marcos, líder del EZLN, sin pasamontañas

Desde hace 28 años, Rafael Sebastián Guillén ha actuado bajo el nombre del subcomandante Marcos, y pese al tiempo, el misterio continúa alrededor del personaje.

El subcomandante Marcos ha buscado ocultar su identidad por décadas bajo un pasamontañas. | Monica González
Ciudad de México /

El 25 de mayo de 2014, el subcomandante Marcos, líder más emblemático del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), acudió a un homenaje al zapatista Votan Galeano, en Chiapas, para despedirse y anunciar ésa como su última aparición.

De esta manera, el líder zapatista dijo adiós a su relevante figura al frente del EZLN mediante una carta Entre la luz y la sombra, en la que 0 explicó que el subcomandante Marcos se creó porque así convenía a sus intereses, pero que se había tornado innecesaria para el zapatismo.

Hace más de ocho años que el subcomandante dejó de liderar a los zapatistas, pero a pesar del tiempo el misterio continúa rodeando al portavoz de las exigencias de los pueblos indígenas; especialmente si se considera que siempre estaba cubierto por su característico pasamontañas.

Primera aparición del subcomandante Marcos

Las apariciones del subcomandante forman parte de la historia de lucha que emprendió el EZLN desde aquel 1 de enero de 1994, cuando en medio del Zócalo de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, un hombre encapuchado, un mestizo entre indígenas —según describen quienes lo vieron— lideraba a campesinos uniformados, armados con escopetas y machetes.

Hombres y mujeres, todos indígenas de la selva Lacandona, se habían levantado en armas contra el gobierno federal, tomando cuatro municipios del estado. Integrantes de las comunidades tzotzil, tzeltal, chol, tojolabal, zoque y mam anunciaron la organización.


Un grupo de reporteros se le acercó a ese hombre porque parecía el líder. "Es un movimiento de insurrección de nuestra organización que se llama Ejército Zapatista de Liberación Nacional, cuya dirección es mayoritariamente indígena: tzotzil, tzeltal, chol, tojolabal, zoque y mam se unieron contra las “medidas dictatoriales” bajo el nombre de Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

“Estuvimos aislados todos estos años porque mientras en el resto del mundo se iban dando rebeliones contra dictaduras o supuestas dictaduras, y esto era visto con lógica, en este país empezaban a avanzar una serie de medidas dictatoriales”, dijo el hombre, para luego identificarse como el subcomandante Marcos.

La despedida del subcomandante

Aunque la de 2014 fue su última aparición pública, el nombre del subcomandante reapareció en un comunicado en el que explicaba que ya no era necesaria la farsa de Marcos.

Reapareciendo luego de cinco años de ausencia, Marcos afirmó que sería su última aparición y que su figura sólo fue una “botarga” mediática.

“Quisiera pedirles a los compañeros y compañeras de la sexta que vienen de otras partes, especialmente a los medios libres, su paciencia, tolerancia y comprensión para lo que voy a decir, porque éstas serán mis últimas palabras en público antes de dejar de existir”, dijo el líder zapatista. 

Agregó que el relevo generacional en el zapatismo era inminente y justificó el levantamiento armado de 1994, el cual reconoció colocó al EZLN en la mira de la opinión pública.


Nombre real del subcomandante Marcos

En 1995, el presidente Zedillo anunció en cadena nacional que detrás del pasamontañas del subcomandante Marcos estaba Rafael Sebastián Guillén Vicente, un profesor de filosofía nacido en Tampico, Tamaulipas, que antes de irse a la guerrilla en Chiapas había dado clases en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco.

Guillén Vicente tenía en ese entonces el nombre clandestino de Zacarías, para luego ser cambiado por el de Marcos y que además en la UAM era apodado por maestros y alumnos como El Cachumbambé.

La información trascendió y se dieron más detalles sobre su identidad, como que había estudiado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Se identificaron a Alfonso Guillén y María del Socorro Vicente González como sus padres, el cuarto entre sus ocho hijos. Sin embargo, Marcos siempre negó ser Rafael Guillén y su familia dice ignorar su paradero.

El significado de Marcos

Ante la falta de datos y la entonces desconocida identidad del subcomandante, muchos especularon que el nombre se trataba de un acrónimo, M.A.R.C.O.S.: Movimiento Armado Revolucionario de las Costas del Sureste; mientras que otros aseguraba que se trataba del nombre de las principales cabeceras municipales que tenía el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994: Las Margaritas, Altamirano, Rancho Nuevo, Comitán, Ocosingo, San Cristóbal.

En una entrevista, el líder zapatista desmintió las teorías, asegurando que se trataba de un nombre real y no de siglas.

“Marcos es el nombre de un compañero que murió, y nosotros siempre tomábamos los nombres de los que morían, en esta idea de que uno no muere, sino que sigue en la lucha. (…) Aunque me muera yo, otro agarrará el nombre de Marcos y seguirá, seguirá luchando”, comentó.


El rostro bajo el pasamontañas

El 5 de enero de 1994, cuatro días después de su primera aparición pública, la entonces Procuraduría General de la República difundió un retrato hablado de Marcos y enlistó así sus características: “sexo masculino, 1.74 metros de estatura, aproximadamente; complexión atlética, tez morena-clara (blanca), 25 años, aproximadamente; ojos verdes muy claros y grandes, pelo castaño claro, nariz recta y ancha, cara ovalada, boca regular y cejas pobladas. Tiene como señas particulares que es cacarizo y lampiño. Habla dos idiomas y usa pasamontañas”.

Según el expediente obtenido por MILENO, donde se evidencian fabricaciones, conspiraciones, infiltraciones, acusaciones y otras intrigas del gobierno del entonces presidente Ernesto Zedillo al líder del EZLN, se explica que algunas comunidades estaban preparándose desde el 15 de octubre de 1993 para el levantamiento.

La foto con la que el gobierno de Ernesto Zedillo vinculó a Rafael Sebastián Guillén. (Especial)

En ese momento los líderes les hicieron entrega a cada soldado de un pantalón de color verde olivo, una camisa negra y botas de hule color negro. Aunque paliacate rojo amarrado al cuello debía comprarlo cada insurgente por su cuenta, para completar su uniforme de guerra, del icónico pasamontañas no se menciona nada.

Gracias a estos expedientes fue posible recuperar una fotografía de Rafael Sebastián Guillén, con la que el gobierno los vinculó por delitos como traición a la patria, terrorismo, sedición y rebelión.

“La foto —se explica en el documento oficial— es de 1980, época en la que (…) daba clases en la UAM Xochimilco, mencionando que a la fecha sus rasgos físicos no han cambiado gran cosa pues sigue usando bigote y barba, nada más que con diferente vestimenta que la que aparece en la foto”.

Con información de Diego Enrique Osorno.

LP​

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