El integrante del Grupo Plural, Gustavo Madero, propuso que el Ejecutivo Federal notifique de manera anticipada al Senado o, en su caso, a la Comisión Permanente, la designación de quien se desempeñará como gobernador del Banco de México (Banxico) previo a su designación como integrante de la Junta de Gobierno, en caso de que no ocupe el cargo de subgobernador en el momento de su nombramiento.
Lo anterior, lo propuso el legislador luego de la polémica que provocó la propuesta de Victoria Rodríguez Ceja para formar parte de la Junta de Gobierno de Banxico y, posteriormente, su nombramiento como gobernadora, a pesar de no contar con la experiencia requerida, como lo señaló la oposición.
El senador Madero dijo que la designación del gobernador del Banxico es fundamental para garantizar certidumbre a la economía nacional, la estabilidad de precios, la inversión y el tipo de cambio, por lo que la ley debe incluir disposiciones claras sobre quien habrá de encabezar a esta institución.
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Por ello, presentó una iniciativa para reformar los artículos 38, 39 y 41 de la Ley del Banco de México, a fin de establecer los supuestos bajo los cuales el Ejecutivo Federal podrá nombrar al gobernador del Banxico.
Indicó que, durante la década de los ochenta, México padeció una erosión significativa del poder adquisitivo y la pérdida de bienestar social, acompañada de altos niveles de inflación que alcanzaron tres dígitos.
Con ello, agregó el senador, fue visible la necesidad de separar la función de emisión de moneda con el resto de las tareas del Estado, pues “la autoridad monetaria debe hacer uso responsable de su facultad de emitir el dinero y que la masa que se ponga de éste en circulación sea congruente con la estabilidad de precios requerida”.
“Tal es la importancia del Banco de México, que la designación de su gobernador es fundamental para garantizar estabilidad y certidumbre a la economía nacional, la estabilidad de precios, a la inversión y el tipo de cambio, por lo que se considera que la Ley debe contemplar disposiciones claras sobre quién habrá de encabezar nuestro banco central”, reiteró el senador en su propuesta, que fue turnada a las comisiones unidas de Hacienda y Crédito Público, y de Estudios Legislativos, Segunda.
Por ello, en 1993 se aprobó cambiar la figura jurídica del Banco de México, reforma que entró en vigor en 1994 y dotó al banco central de autonomía.
Ante periodos de alta inflación que sufrió la economía mexicana, la reforma se sustentó en la necesidad de evitar los costos económicos y sociales como el deterioro del poder adquisitivo de la moneda nacional, que afecta principalmente a la población más vulnerable.
EHR