Los decesos de mujeres en México por causas relacionadas con la atención obstétrica siguen siendo un problema grave en la actualidad, ya que se tiene un promedio de más de dos fallecimientos al día en promedio por esta razón; el año anterior el Estado de México encabezó la lista de decesos por esta causa al sumar 70 casos, seguido de Veracruz con 39, Guerrero 38, Chiapas 37 y Jalisco 32, que en conjunto abarcan 39% de las defunciones totales registradas en el país.
De acuerdo con el último reporte de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud del Gobierno de México del 2023, las principales causas de defunción fueron: hemorragia obstétrica, 19.4%; edema y proteinuria en el embarazo, enfermedad hipertensiva, parto y puerperio con 16.2% y aborto, 8.3%.
Cifras preocupantes
Hasta la primera semana de marzo de 2024 se registraron 71 defunciones maternas, en tanto que, para el mismo corte, pero de 2023 se registraron 93, representando una disminución de 22 defunciones, 23.6%.
Según el Grupo de Información de Reproducción Elegida (GIRE), de 2016 a 2021 en la República Mexicana murieron 5 mil 99 mujeres por causas prevenibles relacionadas con el embarazo, parto y puerperio.
Significa que mueren en promedio 850 mujeres al año a nivel nacional, es decir más de dos fallecimientos al día en promedio, según el GIRE las cifras han sido preocupantes para 2020 y 2021, pero los mayores casos se dieron en el de muertes maternas dieron en el 2000.
Describe la organización GIRE que esas muertes son un reflejo de las profundas injusticias que persisten en el país y las violaciones a derechos humanos que enfrentan las mujeres todos los días, llevando a muertes que hubieran podido evitarse.
Para el académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, Juan Carlos Pérez López las cifras de muertes maternas demuestran que sigue siendo un grave problema en México y representa uno de los peores escenarios a nivel social.
Agregó que cuando se pierde a una madre, las condiciones de desarrollo de los niños, de la pareja, se fracturan, pues propicia circunstancias de desarrollo más difíciles, que se reflejan en el abandono escolar, la disolución de la familia, de integración a la vida laboral a menor edad. “De hecho es un indicador de un mal desarrollo social”, describió.
Para el especialista, hay otras razones que inciden en las muertes maternas, pero principalmente la violencia obstétrica.
Durante la gestación
Este fenómeno se da cuando existe presión sobre la madre para obligarla a un parto natural, de hecho, es el trato deshumanizado que ellas reciben durante este tipo de atención, que incluye el proceso de gestación, parto y puerperio.
Describió a la violencia obstétrica como el trato irrespetuoso, en el que se forza a la mujer a tomar determinadas decisiones y no se respetan sus derechos reproductivos, como es el caso del momento culminante de la gestación, donde se usan medicamentos para acelerar el trabajo de parto y no se considera su evolución propia y natural.
También es violencia cuando no se le toma en cuenta, en el periodo posparto, para la colocación de dispositivos anticonceptivos o esterilización, no se considera su consentimiento.
Parto humanizado
En contraste a lo anterior, se tiene el parto humanizado donde se crea un entorno agradable, amigable en ese proceso del alumbramiento, la madre y su bebé son atendidos en espacios dignos y limpios,y se cuenta con todo lo necesario para el parto.
Pero el documento “Súbase, cállese y puje”, Violencia Obstétrica en el Estado de México, emitido por la Codhem en 2019, señala que es agresión cuando el ginecólogo le ordena a una mujer regresar a su casa teniendo dolores fuertes de parto, así como la negación del tratamiento en el embarazo, parto y posparto.