Cerca de 80 mil votos tienen bajo fuego al Tribunal Electoral. Entre acusaciones de magistraturas vendidas, críticas por el retraso en el proyecto de sentencia, denuncias por intervención del crimen organizado, presiones del PAN para anular la elección y exigencias de Morena para mantener su triunfo, la Sala Superior definirá hoy la gubernatura de Tamaulipas, la única elección cerrada en el pasado proceso electoral.
Se trata de la última oportunidad de la oposición. Esta entidad que podría sumarse a los triunfos definitivos de Morena, concentra la atención por ser la excepción de junio pasado, luego de que fue el estado donde ese partido no arrasó en votación, a comparación de la mayoría de los estados donde las diferencias fueron de 30, 40 o 60 por ciento en la renovación de gubernaturas. Por lo que los poco más de 80 mil votos que representan un seis por ciento de diferencia entre Américo Villarreal de Morena y César Verástegui del PAN, tienen nerviosos a ambas coaliciones.
Sobre todo, si se suman las acusaciones de influencia del crimen organizado y la confirmación ya definitiva por la misma Sala Superior, de que el canciller Marcelo Ebrard generó inequidad en la contienda, lo que ha desatado una guerra entre los partidos políticos para presionar al Tribunal Electoral.
En un frente, el PAN acusando financiamiento y vínculos de los cárteles de los Zetas, de Sinaloa o del Golfo, de presuntos huachicoleros o de la columna armada Pedro José Méndez. Y del otro lado, Morena exigiendo que se respete su triunfo. Mientras el Tribunal Electoral ha dedicado los últimos días decenas de tuits y cartas aclaratorias, deslindando a su magistrado presidente Reyes Rodríguez Mondragón de supuestas presiones a sus pares para favorecer a los panistas.
MILENIO confirmó que, a horas de la votación, algunas magistraturas coinciden en que la elección no se anulará, pero sí podrían pedir cambios en el proyecto con el que el magistrado José Luis Vargas pretende dejar la elección limpia, descartando todo tipo de acusaciones o interferencia del crimen organizado, violencia o irregularidades en el proceso.
Por lo que las magistraturas y sus equipos, analizan a contrarreloj el proyecto que Vargas entregó con tres días de retraso a los tiempos estipulados por el reglamento interno, y que provocará que, de manera inusual, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sesione dos veces este miércoles. A las 12:00 horas con los asuntos enlistados conforme a la norma y una sesión extraordinaria a las 17:00 horas exclusivamente para debatir la elección tamaulipeca.
La propuesta de sentencia declara infundadas todas las acusaciones del PAN, que se limitó a entregar ligas de notas periodísticas, publicaciones de medios de comunicación digitales, videos de redes sociales y dichos sin pruebas suficientes.
Vargas concluye que “un reportaje y una nota periodística no es posible tener por acreditada la supuesta fuente ilícita de financiamiento” a la campaña de Américo Villarreal, que si bien, “del análisis de videos se puede inferir que personas a las que se identifican como integrantes de la columna armada, manifestaron su respaldo a la candidatura de Morena” pero esto “resulta insuficiente para acreditar la existencia de un posible vínculo directo o indirecto”.
Señala que el PAN acusó “golpes y secuestros en Reynosa y amenazas en casillas de Matamoros, sin que dieran elementos que pudieran identificar los centros de votación”. Que el asesinato de un empresario presuntamente vinculado con el huachicol, “se dio cuando no existía certeza de la persona que sería candidata por Morena”, por lo que tampoco puede deducirse un financiamiento o que la campaña de Américo Villarreal tiene algún nexo con ese asesinato.
Y “de las sesiones de 22 consejos distritales, no se advierte ningún señalamiento por parte de los partidos políticos con relación a hechos de violencia que hubieren afectado la participación del electorado, en informes policiales tampoco se advirtió irregularidad además de la inexistencia de carpetas de investigación por parte de la FGR por violencia en la jornada electoral”.
Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador se sumó a las críticas contra el magistrado presidente y señaló que al haber sido “funcionarios o asesor” del panista Roberto Gil Zuarth, hay presiones que calificó como “la mafia que son capaces de todos”, por lo que defendió a Américo Villarreal a quien calificó como un hombre decente.
En contraste, los magistrados Felipe de la Mata Pizaña y Felipe Fuentes Barrera negaron presiones para su voto de este miércoles y respaldaron a Rodríguez Mondragón.
“En el Tribunal Electoral se da voz a la ley. Sus sentencias se basan en argumentos diversos que alcanzan la unidad en el debate autónomo, objetivo y transparente, siempre de cara a la sociedad. Mi total respaldo a Reyes Rodríguez Mondragón, quien siempre ha respetado mi independencia”, escribió Fuentes Barrera.
Mientras De la Mata Pizaña tuiteó que no ha recibido “ninguna presión, invitación o ejercicio de coacción por parte de sus colegas para emitir su voto en la calificación de la elección a la gubernatura de Tamaulipas”.
Ante columnas en medios de comunicación ayer, Rodríguez Mondragón cuestionó en su cuenta de Twitter “¿Quién me ha visto, cabildeando con quién, hay alguna prueba o es sólo percepción basada en desinformación?”.
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