TEPJF fracasa con sesiones presenciales, sólo en siete de 25 logran pleno completo

Magistraturas prefieren vacaciones, compromisos y viajes, que votar en sesiones, lo que ha generado plenos incompletos y sentencias definitivas con empates.

En los últimos seis meses, sólo en siete de las 25 sesiones estuvo el pleno completo. | Especial
Jannet López Ponce
Cudad de México /

La Sala Superior del Tribunal Electoral falló en su intento por retomar las sesiones presenciales. Vacaciones, compromisos personales y viajes “de misiones electorales” a Venecia, Indonesia, Brasil o Estados Unidos, han convertido la justicia electoral en decisiones basadas en un pleno incompleto y hasta con empates, lo que tiende a generar poca certeza en las sentencias de carácter definitivo e inatacable.

Y es que si de verdaderas vacaciones dignas se trata, las magistraturas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación son un gran ejemplo, pues se han tomado hasta alrededor de un mes inactivos, sin que incurran en falta alguna o exista reglamento o normativa que los regule.

En los últimos seis meses, sólo en siete de las 25 sesiones estuvo el pleno completo. El magistrado José Luis Vargas es quien más faltas acumula y el que se ha ausentado de un mayor número de sesiones continuas, pues no se presentó en las cuatro sesiones públicas que se realizaron del 16 de noviembre al 14 de diciembre, asistió a la del 21 y se volvió a ausentar en la siguiente del 23 de diciembre, para volver a votar hasta el 11 de enero.

Esta carencia de votaciones completas ha generado complicaciones en asuntos delicados o polémicos. Por ejemplo, el pasado 22 de marzo, en el primer revés definitivo al llamado ‘Plan B’. Se generó un empate ante la ausencia del magistrado Felipe Fuentes para declarar inaplicable el artículo del de la reforma electoral que ordenaba el despido del entonces secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo. El magistrado presidente Reyes Rodríguez Mondragón tuvo que aplicar su voto de calidad y desempatar para declararlo inconstitucional.

O la sentencia de ese mismo día, para definir si se ordenaba o no, reabrir una investigación en contra del secretario de Gobernación, Adán Augusto López por los mensajes de apoyo de futbolistas. También Rodríguez Mondragón tuvo que desempatar para que sí se investigara.

Y el año pasado, cuando en octubre, con la ausencia de Janine Otálora, el magistrado presidente desempató para no imponer la paridad en las elecciones de Coahuila y el Estado de México, a pesar de que era contradictorio a las sentencias de esta misma Sala Superior en los procesos electorales previos.

Sólo el 9 de noviembre; el 1, 8 y 15 de febrero, y el 1 y 29 de marzo, los casos de justicia electoral se han determinado con plenos completos.

Desde el primer día, pleno incompleto y ausencias constantes… El placer por viajar

El 14 de septiembre de 2022, MILENIO reveló que el magistrado presidente Reyes Rodríguez Mondragón propuso ponerle fin al ‘home office’ en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tras 30 meses sesionando de forma virtual por la pandemia de covid-19.

La idea fue acabar con esta modalidad que se volvió cómoda para varias magistraturas que sesionaban no sólo fuera de la ciudad sino del país. Sin embargo, al someterlo a votación, José Luis Vargas y Mónica Soto incluso abandonaron la sesión privada por su descontento, pues eran quienes más votaban desde cualquier rincón de México o del mundo.

El magistrado Vargas sesionó por meses desde Estados Unidos por cuestiones personales, por lo que retomar las votaciones presenciales, implicaba que quien no se presentara a las instalaciones del TEPJF no podía participar en la sentencia y quedaba registrada su ausencia, en contraste con la sesión en zoom que les permitía participar con el único requisito de contar con internet.

Pero esta costumbre no se perdió, pues el magistrado Vargas sigue liderando las ausencias con un récord de ocho faltas, es decir, sólo ha ejercido su labor de juzgador en el 68 por ciento de los casos.

Las ausencias se dieron desde el primer día. El 12 de octubre, en la primera sesión presencial, incluso la magistrada Janine Otálora tuvo que asumir la presidencia y dirigirla en su calidad de decana, pues Reyes Rodríguez Mondragón, Mónica soto y José Luis Vargas estaban en Bali, Indonesia.

Ese día, el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier fue el primero en exhibir y criticar esta situación, al tuitear “vergonzoso que en la primera sesión presencial de la Sala Superior del Tribunal Electoral ni siquiera el presidente estuvo, necesitamos gente más comprometida con nuestro país” y aprovechó para promover la reforma electoral que en ese momento buscaban impulsar.

Después de Vargas Valdez con ocho ausencias, le sigue Mónica Soto son siete faltas, y también se ausentó en un tiempo consecutivo prolongado, ya que en diciembre participó en la sesión del 14 y se le volvió a ver hasta el 18 de enero. Antes, en octubre, faltó el 12 y el 19, y en marzo el 8, esta última, por una comisión de género fuera del país.

Janine Otálora también tiene siete ausencias, sin embargo, aunque tiene tres ausencias consecutivas inmediatamente después del arranque que ella presidio, se trata de una cuestión excepcional, porque incluye la del 19 y 26 de octubre y una extraordinaria del día siguiente, el 27 de octubre. En marzo, estuvo en una misión electoral en Venecia y faltó el 8 y 15, y recientemente el 19 de abril.

Felipe Fuentes tiene cinco faltas con tres ausencias consecutivas en las sesiones del 8, 15 y 22 de marzo pasados. Le sigue Indalfer Infante con tres faltas: una en octubre y dos en diciembre.

Y el magistrado presidente Rodríguez Mondragón sólo tiene una falta, el día que entró en vigor el acuerdo de las sesiones presenciales propuesto por él mismo.

En contraste, Felipe de la Mata Pizaña asistió a cada una de las sesiones desde el 12 de octubre, pero el pasado 12 de abril, justo cuando cumpliría seis meses de asistencias perfectas, se ausentó del pleno. Sin embargo, esto podría derivar en que al no haber tomado vacaciones en estos seis meses, podría estarlos acumulando y ausentarse próximamente, en varias sesiones consecutivas.

El reglamento les autoriza dos periodos de 15 días en el año, por lo que hasta ahora, ninguno ha rebasado este límite, aunque casualmente sus ausencias se den en las sesiones públicas y pareciera que vacacionan más de lo permitido.

Pero no existe ningún reglamento que exija a las magistraturas estar presentes en las sesiones públicas o que les fije un número máximo de ausencias en las deliberaciones o una exigencia de que su trabajo real, que es emitir sentencias, se refleje con su participación en las mismas.

FR 


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