La Sala Superior confirmó que el Tribunal Electoral de Jalisco incurrió en un análisis deficiente, para no acreditar la intervención de un sacerdote de Guadalajara que llamó a voto a favor de Movimiento Ciudadano y el gobernador electo, Pablo Lemus, por lo que ordenó un nuevo análisis exhaustivo en cinco días, para determinar si la iglesia influyó en la elección.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le dio la razón a la candidata de Morena a la gubernatura jalisciense, Claudia Delgadillo, quien acusó que el Tribunal Electoral del Estado de Jalisco resolvió de manera deficiente e ignorando las pruebas que presentó al acusar la violación a la separación iglesia-Estado, para librar a Pablo Lemus de “una estrategia sistemática” de elementos religiosos en su campaña.
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El magistrado Felipe de la Mata Pizaña sustituyó el proyecto que difundió hace una semana, en la que proponía confirmar la sentencia, por uno en sentido contrario y que fue aprobado por unanimidad, que revoca la sentencia que declaraba inexistente la intervención de ministros de culto a favor de la campaña de Pablo Lemus y le da al Tribunal Electoral local cinco días para que emita una nueva sentencia.
El Tribunal Electoral de Jalisco sostuvo que Claudia Delgadillo no presentó las pruebas suficientes ni había elementos para acreditar la calidad de sacerdote de Sergio Joel Ascencio Casillas, quien llamó a “no equivocarse” y respaldar “la estrategia que le llaman voto útil” que se centraba en votar a favor de Movimiento Ciudadano.
Sin embargo, la Sala Superior acreditó que tal como señala Claudia Delgadillo “es evidente y notorio” pues las expresiones de Sergio Joel Ascencio Casillas se dieron en una iglesia, mientras oficiaba misa, vestido de sacerdote.
El proyecto exhibe que la autoridad electoral local ni siquiera aplicó el proceso básico en juicios sobre separación iglesia-Estado, que es revisar el registro de la Dirección General de Asuntos Religiosos de Segob en donde sí aparece el nombre del denunciado, lo que demuestra que sí se trata de un sacerdote interviniendo en el proceso electoral por la gubernatura de Jalisco.
“En el propio registro de ministros de culto de la Secretaría de Gobernación se advierte que el nombre de la persona denunciada aparece registrado como ministro de culto religioso de la Arquidiócesis de Guadalajara. El arzobispado de Guadalajara también lo tiene registrado como sacerdote de la Parroquia El Calvario”.
Delgadillo acusó que “es evidente y notorio que emitió estas expresiones portando vestimenta de sacerdote y sólo los ministros de culto ofician misas”, argumento que la Sala Superior determinó fundado y suficiente para revocar la sentencia.
La Sala Superior ordenó al Tribunal Electoral del Estado emitir una nueva sentencia, considerando que el denunciado sí es sacerdote, por lo que basándose en esto, tiene cinco días para determinar si existió o no intervención de la iglesia a favor de Pablo Lemus.
De acreditarse la intervención de la iglesia y con una diferencia de apenas cinco por ciento, Morena podría pelear la nulidad de la elección.
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