“Tengo Pablo Escobar o de la orange”, ofrece un joven al paso de los transeúntes por el Parque Luis Pasteur, ubicado frente al Senado, donde se venden mariguana de todo tipo; así como golosinas paleta payaso, pelón-pelorico, Lucas, trufas, tés, panqués y “galletas de la felicidad” elaborados a base de la hierba.
En este mercado al aire libre, ante los ojos de la policía y los encargados de elaborar las leyes, jóvenes en su mayoría, instalaron desde hace varios meses puestos donde comercializan mariguana que va desde un cigarro hasta alimentos gourmet, los precios van desde los 8 pesos por un gramo de mariguana en una bolsita, hasta los 90 pesos por una mezcla híbrida del enervante “vip” bautizada con el nombre del narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
MILENIO publicó hace una semana que el Senado solicitó al Gobierno de la Ciudad de México el retiro del plantón que permanece desde hace un año y el cual se fue expandiendo en lo que se ha convertido una zona de tolerancia.
Apenas uno se acerca a alguno de los 50 puestos instalados y el vendedor no pierde la oportunidad de ofertar sus productos “que dan felicidad”.
-¿Hay algún problema para fumar?, se le preguntó al vendedor que vestía pantalón de mezclilla, tenis nike, gorra, una mochila bandolera y sin portar cubrebocas.
-No, ningún problema, sino no te estaría vendiendo, incluso, ya está aprobado su consumo.
En otro puesto atendiendo por dos mujeres se venden cupcake con sabor capuchino, chocolate, avellana elaborados con semillas de mariguana, se pueden adquirir por 35 pesos con la respectiva instrucción para que se puedan degustar.
“Para que tenga mayor efecto cómetelo en ayunas, vas a sentir lo mismo que un pasón, pero más chido”, recomendó la repostera.
Metros adelante puedes adquirir las sábanas – papel para elaborar cigarrillos- sabor mango y otras frutas, éstos son usados para darle un toque más femenino y dulce al fumar un churro. En este mismo puesto colocado sobre una mesa y techo para evitar los rayos del sol, también se expenden pipas, cortadores y todos los utensilios para disfrutar de la llamada “planta sagrada”.
Pero si necesitas un desempance o postre para después de comer, en otro local se ofertan golosinas inyectadas con esencia de mariguana como una paleta payaso, con un costo de 48 pesos; pelón-pelorico, de 65 pesos; las galletas de la felicidad. de ocho pesos y los Lukas a 30 pesos. Y se venden playeras, dijes, anillos, gorras, y más, todo con la imagen de la planta.
Desde las 10:00 horas hasta la noche el área se convierte en fumatón, donde incluso algunos senadores como el coordinador de Morena, Ricardo Monreal ha salido tosiendo de su oficina debido a que el humo ingresa por su ventana que da justo al parque ubicado en Paseo de la Reforma.
Cuadras atrás se percibe el olor del enervante lo que causa molestia a las personas que tienen que atravesar el tianguis, conforme se acerca uno el olor a mariguana se vuelve más penetrante, y es zona de paso de hombres, ancianos, mujeres, niños y ciclistas.
“El cubrebocas no es suficiente para no oler a mariguana”, comentan un par de mujeres que atraviesan la zona de tolerancia que en un inicio sólo era para manifestantes que exigían la regulación de cannabis, pero se expandió conforme pasaron los meses y el Senado avaló el consumo del producto ancestral.
El lugar lo limita una valla de color rojo que en su interior se concentran integrantes del Movimiento Cannabico Mexicano, que también cuenta con un plantío. Afuera, se pueden ver adolescentes que no aparentan más de 18 años; y repartidores de comida por aplicaciones hacen una parada para relajarse y retomar fuerzas para seguir pedaleando por toda la ciudad.
JLMR