Tlahuelilpan, epicentro de la lucha feminista

Activistas y autoridades generar un mural feminista de denuncia contra la violencia hacia las mujeres

Mural realizado en Tlahuelilpan para visibilizar la lucha feminista de la región. (Francisco Villeda)
Francisco Villeda
Tlahuelilpan /

En agosto de este año Tlahuelilpan volvió a ser noticia a nivel nacional, como lo fue aquel 18 de enero de 2019 cuando un incendio en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) se convirtió en una de las peores tragedias del estado de Hidalgo.

Mariana Zavala Escamilla, una joven de 18 años de edad desapareció el 2 de agosto en esa demarcación, sin dejar mayor rastro. De inmediato su ficha de búsqueda comenzó a compartirse en redes sociales, las inundó.


Para entonces el movimiento feminista en la región de Tula, como en el estado, ya estaba fortalecido y de inmediato las colectivas comenzaron a participar en la difusión de la ficha. Así, feministas y población en general impulsaron con tanta fuerza su búsqueda que el 9 de agosto ya había una marcha para exigir su aparición con vida.

Al siguiente día, en Tunititlán, Chilcuautla, fue hallado un cuerpo que tenía coincidencias con el de Mariana. El calvario para su familia seguía, pues tardaron varias semanas antes de confirmar que se trataba de ella. Luego le dieron sepultura, pero su memoria ya había encendido una llama, la llama feminista en la zona, y Tlahuelilpan era el epicentro.

Posteriormente, el 13 de agosto, en la comunidad Tlamaco, en Atitalaquia, se localizaba el cuerpo de Alondra, una joven de 16 años de edad, asesinada brutalmente. Su cuerpo fue abandonado junto a la escuela secundaria de la comunidad.

La región ardía en protestas feministas, a veces simultáneas, como las del 15 de agosto; otras veces con acciones muy focalizadas, como la del 17 de agosto en Tula de Allende. La mecha se había prendido ya.

Ninguna autoridad municipal en la zona atendió los llamados feministas y solo mostraron un respaldo vacío. Así lo denunciaron feministas, quienes indicaron que a pesar de las marchas no había acercamientos reales para el cambio de políticas públicas en contra de la violencia de género y patriarcal.

Ni siquiera en Tlahuelilpan, donde hubo una respuesta tibia, casi fría, de parte de la administración local al clamor de justicia para encontrar con vida a Mariana Zavala o, en caso de confirmarse su deceso, garantizar justicia para ese feminicidio.

Los periodos de gobierno concluyeron. Así las administraciones que vieron nacer la ola feminista en la región se fueron sin mover un dedo por las mujeres y su defensa. Los concejos interinos, sin embargo, dieron un respiro al movimiento feminista en la zona pues hubo una mayor apertura, aunque por el plazo corto las expectativas no se fijaron tan altas.

Mural en Tlahuelilpan

Y de pronto sucedió que en Tlahuelilpan, activistas feministas, la Instancia de la Mujer, la Casa de Cultura, Prevención del delito, Seguridad Pública y el concejo interino de Tlahuelilpan, lograron sumar esfuerzos para crear un mural feminista de protesta.

Aprovecharon la parte posterior del teatro al aire libre del municipio para plasmar un mural donde resumen la lucha feminista en sus diferentes etapas.

Carmina Orta, reconocida muralista hidalguense y activista feminista, fue una de las participantes en la elaboración de este mural; dijo que el trabajo que realizaron tuvo una firme convicción feminista, y reconoció que Tlahuelilpan es de los pocos municipios que se ha abierto para plasmar una lucha social como lo es la feminista, la cual “está en la calle, está en la congruencia, en la resistencia ante estos tentáculos del poder”.

Las mujeres, señaló, no solo son “objeto de violencia por parte de los perpetradores, que son los hombres, sino que también de estos gobiernos que no han garantizado nuestros derechos, y que no han garantizado que nuestro transitar por las calles y que este mundo sea seguro”.

Expresó que en el mural se plasman diferentes símbolos y momentos. Y es que cuenta con el jarrón representativo de Tlahuelilpan, y también vegetación de la zona, pero se centra en la lucha feminista.

La muralista dijo que la región Tula-Tepeji es una de las más violentas del estado, y por ello la importancia de plasmar en un mural un mensaje de lucha, para hacer denuncia y conciencia. En una sección del mural se incluye a tres víctimas de feminicidio de la región, Mariana, Alondra y Yazmín, pero con respeto, no se les reevíctimiza, sino que por el contrario se les pone al frente de esta lucha social.

“Justamente por ellas hacemos todo esto, y son portavoces de que en el estado de Hidalgo no están garantizando nuestros derechos”, subrayó.

Además, dijo, en otra sección se incluyó a tres mujeres de distintas generaciones, “mujeres que nos han precedido en la lucha. Ahora se está viendo la cuarta ola del feminismo, y ellas tres representan nuestras antecesoras”.

De igual manera se incluyó en el mural una frase de una de las hermanas Mirabal, quienes fueron asesinadas un 25 de noviembre en República Dominicana, víctimas de la dictadura, y en cuyo honor se instituyó el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

“Y si me matan sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”, reza la frase Minerva Mirabal, escrita junto a algunos puños izquierdos, símbolo de la lucha social. A lado de los puños hay vegetación de la zona, y luego tres cruces rosas, como aquellas que se colocaron hace años en Ciudad Juárez durante la ola feminicida, y que ahora recorren todo el país.

Carmina Orta dijo que si bien es un mural colorido, retrata muchos aspectos de la lucha feminista, y refirió que “si no existe paz para las mujeres, no existe paz para el gobierno. Que no estén tranquilos los diputados, los gobernadores, ni siquiera los presidentes municipales ni quienes están en instancias de la mujer”.

Murales no son decorativos, son de denuncia

De las colectivas Musas rotas y Semilleros creativos, que también participaron en la obra, la muralista Ana Laura puntualizó que “se pintan muros para plasmar problemáticas sociales; no realizamos murales para agradar; nuestro arte no es decorativo, es de denuncia”.

Insistió en que el mural “refleja la lucha de las mujeres contemporáneas y de quienes han fallecido; se abordan los recientes casos de feminicidio de la región, mostrando empatía a la situación de manera respetuosa y fortaleciendo las voces de las que ya no están, en la exigencia de sus derechos, para exigirlos”.

Es un homenaje a las luchas sociales y feministas latentes en esta época. Agregó la muralista que “Tlahuelilpan es hasta ahora uno de los pocos empáticos con las problemáticas que aquejan a las mujeres de la región y del estado, y además con este mural dará testimonio de su compromiso con la comunidad cultural de la región”. La llama feminista se encendió en Tlahuelilpan y permanece viva.

Esfuerzos

Ana Laura Rodríguez Gutiérrez era la directora de la Instancia Municipal del desarrollo para las Mujeres (IMM) en Tlahuelilpan. Señaló que el proyecto surgió para conmemorar el 25N, y para ello planearon utilizar una pared pública que estaba en desuso. Quisieron darle un nuevo fin y plasmar en un lugar tan icónico como el bulevar principal, un mensaje feminista desde este municipio que vio nacer una lucha feminista regional tras el asesinato, el feminicidio de Mariana.

Dijo que la dependencia a su cargo quería generar un impacto visual, algo que simbolizara la gesta feminista, algo de lo que el pueblo se pudiera apropiar para hacerlo parte de su identidad y ofrecer algo positivo a la población entre tantos sucesos negativos.

No obstante reconoció que Instancia de la Mujer “no tiene esta parte artística muy desarrollada y entonces se apoya con Casa de Cultura, y el proyecto hasta ahí va bien, pero cuando nosotros ya vamos a entrar con el recurso, pues no tenemos los fondos en el municipio y se hacen una serie de gestiones grandísimas para ver de dónde podemos bajarlo”.

Detalló que Seguridad Pública municipal, a través de su área de Prevención del delito fue la que solventó el tema de los recursos económicos para que pudiera concretarse el mural en el que participaron distintas artistas.

María Guadalupe Alpízar Sánchez, extitular del DIF local, señaló que “es indispensable un entorno libre de violencia, pues a lo largo de la historia hay expresiones inaceptables, y por ello se han generado políticas públicas para combatir la violencia de género mediante acciones coordinadas”.

La funcionaria dijo que la violencia ha perjudicado la vida de las mujeres, en distintos aspectos, desde la falta de justicia a denuncias hasta feminicidio, por ello consideró que “las instituciones y gobiernos deben trabajar para mejorar las condiciones de vida de las mujeres y niñas; mejorar la atención a las mujeres a través de una arquitectura institucional para sacar a víctimas de los entornos inseguros, además de crear un frente único contra la violencia social y de género”.


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