Sergio Jarquín Muñoz, secretario del Consejo Rector de la Tortilla Mexicana, señaló que no tienen contemplado un incremento en el precio de la tortilla en lo que resta del año, pues afortunadamente las cosechas de maíz de Sinaloa han sido suficientes para cubrir la demanda. A la fecha en el Estado de México, dijo, el kilo se puede encontrar entre 16 y 22 pesos, según la calidad y la zona.
“La excelente producción que hubo en Sinaloa ayudó a que los distribuidores bajarán sus costos de ganancias, porque en diciembre del año pasado estuvieron por encima de mil 200 pesos de utilidad y los que se vieron perjudicados fueron los tortilleros y molinos. Hoy hay bastante maíz en las bodegas y si bien el cambio climático ha perjudicado la producción, en estos momentos no hemos tenido problemas”.
Señaló que en la zona oriente, por ejemplo, todavía hay tortillerías que son “cercanas a ciertos grupos políticos” y realizan una competencia desleal y ofrecen producto de baja calidad en 13 pesos, ya que no ponen dinero de su bolsa sino se valen de recursos públicos, compran grandes cantidades de maíz y las almacenan por mucho tiempo sin las medidas de higiene adecuadas.
“Eso repercute porque no pagan luz, no están dados de alta y aminoran los gastos de producción. En municipios como Nezahualcóyotl, Valle de Chalco y algunas partes de Chimalhuacán están metiendo tortilla muy barata que venden en 13 y 14 pesos el kilo, pero la gente ya sabe que se trata de un riesgo a la salud y ya no la consumen”.
Contención de precios
Hoy el maíz, recordó, cotiza en la bolsa de Chicago y su precio está entre 5 y 5.30 pesos por kilo en el mercado, mientras que en los molinos por todo lo que implica cribar, aquilatar, encostalar y trasladarlo, el precio oscila en 6.3 y 6.8 pesos, es decir, entre 6 mil 300 y 6 mil 800 pesos la tonelada, según su calidad.
Gracias al convenio que realizaron con productores del campo de Guerrero, Guanajuato e Hidalgo en marzo pasado, mencionó, han podido reducir costos para los tortilleros de 24 estados de la República. “Eso dejó ver que los distribuidores locales estaban haciendo su agosto con los precios; hoy ya no es posible, tanto en el Bajío como Sinaloa hay muy buena calidad”.
En Hidalgo, por ejemplo, el costo de traslado es menor, no pasa de 450 pesos, y eso repercute en el precio final del maíz; mientras que el traslado de Sinaloa de una tonelada oscila en mil 100 y mil 300 pesos, según el transportista.
“En Sinaloa está la mejor semilla, pero tenemos muy buen maíz en otros estados de la República, pero el costo es menor en la franja del Bajío, desde Hidalgo hasta Jalisco. En estos momentos hay buena producción ahí, pero en mayo o junio empezará la cosecha y la trilla en Sinaloa”.
Jarquín Muñoz sostuvo que en la zona oriente y en la de los volcanes, norte y el Valle de Toluca hay pequeños productores de semillas tradicionales, que se dan en bajas cantidades comparados con Hidalgo. “Este maíz se utiliza más para el consumo local, su producción es mínima, incluso el sabor y olor es diferente, es un poco más caro y una tonelada puede costar hasta 7 mil 500 pesos”.
Por último, recordó que anualmente incrementa el costo de insumos como el gas LP y la luz sin que eso implique un ajuste en los costos de producción.