El Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH) anunció que durante la contingencia sanitaria ha recibido más de 300 quejas en todo el país de trabajadoras a quienes no se les han respetado sus derechos laborales.
El CACEH no es el único que ha recibido este tipo de denuncias, Marilú Padua, secretaria colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO), señaló que de febrero a la fecha han atendido más de 400 asesorías laborales para trabajadoras del hogar. De este total de denuncias, entre el 60 y 70 por ciento fue por descanso obligatorio sin goce de salario o con reducción del mismo sin previo aviso y el 30 por ciento a despidos injustificados.
“Estamos ante un contexto en el cual es urgente la acción, y que las personas empleadoras asuman la responsabilidad de proteger y garantizar los derechos de las trabajadoras del hogar”, comentó Padua.
De acuerdo a estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 70.4 por ciento de las trabajadoras del hogar en América Latina y el Caribe han sido afectadas por las medidas de cuarentena, ya sea por disminución de la actividad económica, desempleo, reducción de las horas trabajadas o pérdida de salarios.
Friné Salguero, directora del Instituto Liderazgo de Simone de Beauvoir, resaltó que el panorama económico para las trabajadoras domésticas es difícil, pues quienes fueron despedidas o no tienen goce de salario en este momento, no se les otorgó una liquidación conforme a la ley ni la posibilidad de entrar a los programas sociales como Crédito a la Palabra para Trabajadoras del Hogar del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) al que únicamente el 1 por ciento de los 2.4 millones de trabajadoras domésticas en el país tiene acceso.
“Negar los aportes del trabajo del hogar a la economía y no respetar los derechos laborales de quienes lo ejercen (en su mayoría mujeres), es una forma de violencia estructural y racismo que las personas empleadoras podemos empezar a erradicar”, destacó Salguero.
Para mejorar la situación de las trabajadoras del hogar, Marilú Padua mostró tres acciones fundamentales: firma de contrato laboral, salario digno e inscripción al seguro social, además hizo hincapié en que se deben respetar los derechos de las trabajadoras del hogar, como de cualquier otro trabajador.
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