En el Poder Judicial de la Federación (PJF) trabajan mil 107 familiares de 525 jueces y magistrados federales, que representan el 51 por ciento de la Judicatura Federal.
La mayoría de esos familiares, 87 por ciento, ocupa puestos clave en el procesamiento de sentencias y acapara los concursos de oposición para crecer dentro de la carrera judicial sin contar con los méritos suficientes para ello.
Así lo advierte el documento “El déficit meritocrático. Nepotismo y redes familiares en el Poder Judicial de la Federación”, elaborado por la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
Dicho documento tomó como base el “Estudio sobre Redes Familiares y Clientelares”, que realizó Felipe Borrego, consejero de la Judicatura Federal, con datos de 2015-2016, en el que contabilizó que de mil 31 juzgadores, 51 por ciento tenía al menos un familiar en el PJF, mientras que de los 27 mil servidores públicos del PJF que no son jueces, 3 mil 942, 15 por ciento, tienen familiares dentro.
El 68 por ciento de los mil 107 familiares de jueces que trabajan dentro del PJF tienen relaciones por consanguinidad, de los que 49 por ciento son padres, madres o hijos, mientras que 32 por ciento son familiares por afinidad, de los que 68 por ciento son cónyuges.
Julio Ríos, autor del estudio, explicó que el puesto más ocupado por los familiares es el de “oficial administrativo”, una de las plazas para las que no se requiere concurso y donde hay mayor discrecionalidad de los jueces.
Al respecto, Pedro Salazar, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, advirtió que la asignación de puestos de trabajo por relaciones familiares y no por mérito puede atentar contra la independencia de las sentencias y emitirlas con base en decisiones arbitrarias, intereses personales, intuiciones o incluso estrategias políticas.
“ Si tú no tienes personas que por su mérito hayan logrado ocupar el nivel que les corresponde en el escalafón judicial, lo que vas a tener son decisiones meramente políticas, decisiones de presuntos juzgadores que, en realidad, al desconocer las complejidades de su labor, los rigores metodológicos del trabajo de juzgar y el marco normativo con el que operan, van a optar por tomar decisiones arbitrarias”, dijo.
Sin embargo, Salazar aseguró que el nepotismo es un “problema estructural endémico” del PJF mexicano, sin que hasta ahora se haya analizado cómo está la situación en los poderes judiciales locales.
El estudio asegura que “el nepotismo y las redes familiares en el Poder Judicial de la Federación son una realidad” y complementa una encuesta del World Justice Project que señala que 68 por ciento de encuestados en México percibe que tener familiares dentro del Poder Judicial es decisivo para ser contratado o ascendido.
Jalisco, Nuevo León, Tlaxcala, San Luis Potosí y Guanajuato son los estados en donde más de 63 por ciento de los titulares de juzgados y tribunales tienen al menos a un familiar en la nómina.
Jalisco es la entidad en donde se percibe más esta situación, pues hay 136 familiares de 55 jueces y magistrados, que son 77 por ciento de los juzgadores federales adscritos al circuito de esa entidad.
También destaca, por ejemplo, que un juez del distrito vigésimo quinto en Durango, tiene 17 familiares dentro del PJF en la entidad.
En España, 14 por ciento de jueces tienen familia en el Tribunal de Cuentas y en Estados Unidos, 8 por ciento de jueces tienen familia en el Departamento de Justicia.
Trabajan con familiares la mitad de jueces y magistrados
Documenta Mexicanos contra la Corrupción nepotismo en el Poder Judicial
La mayoría ocupa puestos clave en el procesamiento de sentencias sin méritos, acusan
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