La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional del Departamento de Seguridad Interior presumieron que, la detención de José Alfredo Cárdenas Martínez, alias El Contador, líder del Cártel del Golfo, ocurrida hace tres semanas en la Ciudad de México, se debió, en gran medida, gracias al trabajo de inteligencia de sus agentes desplegados en México.
“A través de la investigación conjunta de nuestra oficina en Harlingen (Texas), en coordinación con nuestro agregado en México y otros socios, pudimos recopilar evidencia significativa que fue fundamental en el caso contra El Contador”, dijo el agente especial a cargo del HSI, Shane Folden, tras el anuncio de cargos pendientes en contra del sobrino de Oziel Cárdenas Guillen, por parte de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en el Distrito Sur de Texas.
Mientras tanto, Daniel Comeaux, el agente especial a cargo de la DEA en Houston, subrayó que el arresto de Cárdenas Martínez representa un duro golpe para el Cártel del Golfo, “es la culminación de una exitosa investigación internacional que debería interrumpir la capacidad del Cártel del Golfo para introducir drogas de contrabando en Texas y otras comunidades”.
El Contador, recapturado por tercera ocasión el pasado 27 de febrero, tiene cuentas pendientes en Texas, donde una corte en el Distrito Sur de Texas le ha fincado varios cargos relacionados con su posición como jefe del Cártel del Golfo, anunció la fiscal federal Jennifer Lowery. Cárdenas Martínez se encuentra actualmente bajo custodia en México, pendiente de litigio sobre la solicitud de extradición que pesa en su contra desde Estados Unidos.
Un gran jurado federal en Brownsville emitió la acusación de nueve cargos en su contra el pasado 10 de noviembre. De acuerdo con los cargos, Cárdenas Martínez, de 42 años de edad, ha sido el jefe del Cártel del Golfo desde el 2015.
Según el relato difundido por el Departamento de Justicia, llegó a la cima de la organización luego del arresto y posterior condena de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias El Cos, que lideraba el Cártel del Golfo luego de otro arresto y condena, esta vez en contra de Osiel Cárdenas Guillén.
Cárdenas Guillén, conocido en el mundo del narcotráfico como El Mata Amigos —apodo que adquirió luego de asesinar en 1998 a Salvador Gómez Herrera, entonces jefe del Cártel del Golfo, a fin de obtener el control de esa organización delictiva— se encuentra actualmente bajo custodia federal en Estados Unidos, cumpliendo sentencia. Se espera que quede libre en 2024 tras lograr una acuerdo de cooperación con autoridades estadunidenses.
El Contador está acusado de conspiración internacional para poseer con la intención de distribuir metanfetamina, cocaína y fentanilo. La acusación fincada en el sur de Texas también alega que poseía con la intención de distribuir 50 gramos o más de metanfetamina, cinco kilogramos de cocaína y 400 gramos o más de fentanilo.
Como jefe de la Cártel del Golfo, Cárdenas Martínez, según la justicia estadunidense, coordinó el envío de narcóticos a ese país para su venta ilegal en todo su territorio. De acuerdo con los cargos, la conspiración para transportar desde México cocaína, metanfetamina y fentanilo a Estados Unidos comenzó en 2015 y continuó, al menos, hasta 2021.
De ser declarado culpable, el líder del Cártel del Golfo enfrenta cadena perpetua y una multa de hasta 10 millones de dólares. La acusación en su contra también incluye una notificación de decomiso de cualquier producto que haya obtenido y la propiedad utilizada para facilitar su negocio de tráfico de drogas.
LP